En 2014, Harley-Davidson presentó el prototipo de su primera moto eléctrica, LiveWire. Acabó poniéndose a la venta en 2019, y el fabricante de Milwaukee acabó tomando la decisión de que LiveWire sea una gama de productos, no un simple modelo. La segunda moto de esa submarca se llama LiveWire S2 Del Mar, basado en la plataforma eléctrica S2 Arrow. Se parece bastante al prototipo de 2020 que la anticipó.
Se trata de una moto eléctrica de 60 kW de potencia, unos 82 CV, con un estilo claramente naked. Bueno, pretende ser naked, pero en cuanto a motos eléctricas no hay muchos huecos a la vista. La propuesta de diseño es arriesgada, con un motivo de zarpazos en diagonal sobre un color de contraste, y el paquete de baterías con celdas 2170 rodeado de pequeños aletines para contribuir a la refrigeración.
Además, el paquete sirve de elemento estructural y aporta rigidez al conjunto. Con todo, esta moto pesa 200 kg, que para lo que es la marca no es ninguna exageración -al contrario- y puede alcanzar los 100 km/h dándole al manillar derecho a tope en menos de 4 segundos. Solo conocemos su autonomía en ciclo urbano, 160 km, nada mal para una moto eléctrica de cierta envergadura. La transmisión va por correa, el motor es central.
Aparentemente solo va a soportar recarga en corriente alterna, en medidas yankee hablamos de enchufes de 120 voltios en Nivel 1 y de 220 a 240 voltios en Nivel 2. No le servirán los cargadores de corriente continua. Los nuevos jinetes que quieran cabalgarlas con tantos electrones entre sus piernas van a tener que esperar, las entregas se esperan para dentro de un año, en el segundo trimestre.
Como podemos ver en la página Web de LiveWire, las primeras 100 unidades -S2 Del Mar LE- ya han «volado». Se trataba de una serie limitada inaugural -de ahí el apellido LE, de Launch Edition-, pero ya se pueden apuntar los interesados a una lista de correo para ser avisados de la producción del modelo en serie. Ojo, que no serán reservas, sino simples manifestaciones de interés.
La nueva gama de Harley-Davidson va destinada a un público diferente del que ha estado bebiendo en los últimos años. La generación del baby boom empieza a tener edad para deshacerse de su moto, y las generaciones que han venido después no consideran tan atractivo lo de dejarse más de 20.000 dólares en una moto, tenga leyenda o no. Obviamente, los nuevos moteros ven la propulsión eléctrica con otros ojos.
Vía | Electrive
