La Federación Alemana de Contribuyentes considera un error que las autoridades continúen otorgando subsidios a los coches con pila de combustible de hidrógeno, una opción más ineficiente, costosa y minoritaria que los eléctricos a baterías. Por este motivo, ha solicitado que finalice el apoyo estatal a esta tecnología.
De acuerdo con la asociación, el hidrógeno es un recurso demasiado valioso como para desperdiciarlo en el sector del automóvil, donde no tiene perspectivas de triunfar. Transport & Environment estima que un coche con pila de combustible de hidrógeno sólo aprovecha el 22% de la energía generada inicialmente debido a las pérdidas durante los procesos de electrolisis, frente al 73% de los eléctricos a baterías.
«Es indiscutible que los coches de hidrógeno son mucho menos eficientes que los coches eléctricos que funcionan con baterías. Sin embargo, los políticos llevan años invirtiendo cientos de millones de euros en subsidios al hidrógeno para automóviles. Detengamos este uso absurdo del dinero de los contribuyentes», declara el presidente de la Federación, Reiner Holznagel .
«Pedimos al gobierno federal que ponga fin total e inmediatamente a los inútiles subsidios a los vehículos de hidrógeno en todos los niveles gubernamentales. Al menos en algunas áreas, el uso del hidrógeno es… tecnológicamente cuestionable. Esto incluye sin duda al sector del automóvil».
Un callejón sin salida
A pesar de que durante años gigantes como General Motors, Hyundai y Toyota han apostado con decisión por esta tecnología, todo parece indicar que la solución que se impondrá serán las baterías, quedando la pila de combustible relegada a otros sectores como el transporte pesado o el almacenamiento energético estacionario.
Según informa el diario surcoreano Kyungyang Shimbun, las ventas mundiales de vehículos de hidrógeno han disminuido notablemente en el año 2023: entre enero y julio, se despacharon un total de 9.619 unidades; es decir, una disminución interanual del 9,6%. Este callejón sin salida queda evidenciado por la reciente decisión de la empresa encargada de operar la infraestructura de repostaje de Dinamarca de clausurar toda su red.
«La producción de hidrógeno verde en Dinamarca aún no está lista. Ni la electrólisis, ni los camiones cisterna ni las estaciones han estado lo suficientemente maduros como se esperaba cuando lanzamos nuestras ambiciones. Esto, combinado con el hecho de que no ha habido ningún volumen por parte de los fabricantes de vehículos, ha dificultado encontrar el modelo de negocio para la explotación de estaciones de hidrógeno».
Fuente | Welt.de
