Esta mañana hemos conocido los datos de ventas de coches en Europa en los primeros tres trimestres. Un periodo que se resume con el imparable crecimiento de Tesla, y la lenta transformación de los fabricantes europeos. Un ejemplo es Volkswagen, que ha confirmado que las cifras de ventas no han logrado alcanzar sus propios objetivos.
Volkswagen redujo sus previsiones a principios de este año, cuando contaba con lograr una cuota de ventas de coches eléctricos del 11%. Pero las cifras no han crecido según lo estimado, situándose en la actualidad en el 9%. Algo que ha tenido consecuencias como la reducción del ritmo de producción en algunas de sus principales fábricas.
En los ocho primeros meses del año, el Grupo Volkswagen vendió un total de 531.500 coches eléctricos, lo que representa un 45% más que el año pasado. Pero estos datos cuentan con algunas variables que nos indican la peligrosa situación del grupo alemán.
Y es que con 341.100 unidades, esto supone que el 64% de sus ventas de eléctricos dependen de Europa. Estados Unidos apenas ha llegado a las 50.300 entregas, 9.4% del total de ventas de eléctricos, a pesar de vivir un crecimiento del 74% interanual en ese mercado. Un impulso en Europa y EE.UU. que ha ayudado a compensar las débiles ventas en China.
En el gigante asiático, las ventas de Volkswagen se situaron en las 117.100 unidades, un crecimiento del 11%, pero que dejan al mercado chino con el 22% del total de matriculaciones. Factores que hacen que la dependencia de Europa sea cada vez más importante para el fabricante alemán.
Un mercado europeo donde el Grupo Volkswagen crece, un 59% más en los ocho primeros meses, pero una cifra que se coloca por debajo de la de Tesla (+142%) el 202% de crecimiento de SAIC (MG y Maxus) o incluso el incremento del 126% logrado por el grupo Geely (Volvo, Polestar, Lotus).
Pero por qué Volkswagen no logra conquistar al gran público
Una de las respuestas puede en que los coches parecen diseñados para ser lo más parecido a sus versiones con motor de combustión. Algo que para muchos es un error. Un planteamiento tradicional que ha provocado una fuerte caída en China, donde solamente los fuertes descuentos del ID.3 y el ID.4 han logrado revivir algo unas ventas que marchaban cuesta abajo.
El cliente busca un cambio en su forma de moverse, y no se confirma solo con cambiar el motor por uno eléctrico. Algo que si han entendido otros grupos, como los fabricantes chinos, que han puesto este aspecto como su principal prioridad, así como Tesla o el grupo Hyundai.
De momento, Volkswagen está tirando de chequera y conquista a muchos clientes gracias a su fidelidad, o a que ya son propietarios y para renovar su renting o leasing, les ofrecen continuar con la marca. Pero estas cartas tienen fecha de caducidad, y Volkswagen debería ponerse la pilas y digitalizarse rápidamente si no quiere que la próxima oleada de ventas les pille en el puerto.
