Tras salir del gobierno de Trump, los accionistas de Tesla piden la vuelta de Elon Musk a tiempo completo. ¿Lo necesitan?

Parece que Elon Musk ha cumplido con su cometido con el gobierno de Donald Trump. El CEO de Tesla fue el elegido por el renombrado presidente norteamericano para dirigir, de forma temporal, el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Básicamente, a Musk se le pidió que realizase una «limpia» a nivel de empleos federales y llevar a cabo agresivas reducciones de gasto, algo que no ha podido cumplir durante estos 130 días de mandato al frente del DOGE. Es justamente el tiempo máximo para ciertos asesores externos calificados como «empleados especiales del gobierno».

No obstante, el propio Elon aseguró hace más de un mes que estaba dedicándole menos tiempo a su tarea gubernamental, en favor de su tarea como CEO de Tesla. Algo que se le viene replicando desde hace tiempo, debido a los continuados problemas que está sufriendo la marca de coches eléctricos y que amenazan con tambalear sus cimientos.

Ahora, ha sido un grupo de inversores (SOC Investment Group), que en realidad representan una pequeña parte del accionariado total en Tesla, la que ha enviado una carta a la presidenta del consejo de administración de la compañía para pedir algo muy concreto: que su CEO, Elon Musk, garantice a Tesla que le dedicará al menos 40 horas semanales. Los accionistas de Tesla parecen más nerviosos que nunca ante los diferentes frentes abiertos que tiene Tesla en los últimos meses.

La caída de sus ventas y de la demanda de sus coches, de las ganancias (un 71% menos de beneficios el pasado trimestre), el riesgo de los aranceles de Donald Trump, la posible eliminación de los créditos fiscales federales para la ayuda a la compra de coches eléctricos, los retrasos en las promesas de la conducción autónoma, los problemas para que el renovado Tesla Model Y despegue en ventas… Respecto al SUV eléctrico, se esperaba que este pudiese remontar el vuelo una vez que estuviese a pleno rendimiento en las fábricas de la compañía, pero no está siendo así.

Las grandes esperanzas en Tesla, una vez que parece que no se va a hacer realidad el prometido coche eléctrico barato por menos de 30.000 dólares (en favor de versiones más asequibles de Model 3 y Model Y), parecen estar puestas en la conducción autónoma. Algo, no obstante, que Elon Musk lleva prometiendo desde el 2016. Ahora parece que en junio se van a llevar a cabo pruebas piloto con taxis autónomos en Austin, aunque en situaciones no tan exigentes como cabría esperar. El gran hito sería en verdad llevar esta tecnología de conducción autónoma plena a sus coches de calle, pero a pesar de las promesas de Musk, eso parece todavía muy lejos.

En el otro bando en Tesla están los que piensan que precisamente Elon Musk es una de las principales razones de los males de la compañía. Los que pidieron su dimisión, ya sufrieron las consecuencias. «Tesla es un desastre y necesita un cambio de liderazgo», es lo que piden muchos para que Tesla recupere su status ante la imparable expansión, entre otras cosas, de las marcas chinas. Allí, en el gigante asiático, BYD y Xiaomi ya están empezando a comerle la tostada.