Las más de 300.000 reservas que acumula el Tesla Model 3 desde su presentación han causado un profundo impacto entre los grandes fabricantes europeos. Un ejemplo ha sido el nerviosismo que se ha palpado durante la última junta de accionistas de Daimler celebrada ayer en Berlín.
En ella varios accionistas han tomado la palabra para expresar su preocupación por el ascenso de empresas tecnológicas radicadas en Silicon Valley, que se están introduciendo con fuerza en el mercado del automóvil. Un sector que según este accionista, está sufriendo un cambio radical donde la voz cantante no se lleva desde Alemania.
Otro accionista se quejaba de que no cuentan con productos competitivos para luchar contra Tesla. Asegura que a medio y largo plazo es posible que los tengan, pero es una posibilidad todavía virtual y no real. El tercer accionista de Daimler preocupado incide en que no hay respuesta europea a Tesla, y ha lanzado una pregunta muy directa «¿Cuál es la razón?«.
La respuesta del director ejecutivo de Daimler ha sido como siempre genérica. Ha indicado que tienen planes para lanzar 10 modelos enchufables para 2017, y un coche eléctrico con 500 kilómetros de autonomía…pero para finales de la década. Algo que le ha valido una reprimenda de la prensa alemana que ha puesto sobre la mesa el peligro de quedarse atrás y convertirse en un dinosaurio.
Una afirmación que sin duda no sólo no traerá tranquilidad a los accionistas que están preocupados por la lentitud de reacción del gigante alemán. Una preocupación que habrá crecido con el anuncio de la tremenda acogida del Model 3, que en dos días ha logrado el equivalente a la mitad de la producción anual del Mercedes Clase C, y a lo que tendrán que sumar la del liderato en ventas del Model S en Europa en su segmento.
Conclusión, que los accionistas de Daimler tendrán que comprarse pastillas para dormir, o vender sus acciones e invertir en otras empresas con más futuro.
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Vía | Stuttgarter Zeitung
