Hasta ahora, la tecnología dominante en el sector de la energía fotovoltaica son los paneles de silicio de color oscuro, que le otorgan ese aspecto tan característico. Pero ahora hay alternativas que buscan expandir el rango de uso de la tecnología solar, y que permite diseñar viviendas o edificios con cristales transparentes capaces de generar electricidad.
Uno de los últimos ejemplos lo ha presentado la empresa japonesa inQs, que ha mostrado durante el CES de Las Vegas su tecnología SQPV (Solar Quartz Panel). Una alternativa que puede dar forma a unas ventanas que pueden capturar parte del espectro de luz y convertirlo en electricidad, y que se ha llevado hasta cuatro premios a la innovación en el CES.
Según sus diseñadores, esta alternativa permitirá redefinir el panorama de la generación de energía renovable, gracias a unos paneles revolucionarios que combinan la eficiencia energética con un diseño elegante y versátil, abriendo nuevas posibilidades para la integración de la energía solar en una variedad de entornos.
La clave de la tecnología solar transparente es que no captura la energía del espectro de luz visible. Generalmente, eso significa que aprovecha la luz ultravioleta e infrarroja, permitiendo que el resto pase, y generando electricidad en el proceso sin oscurecer la estancia que hay tras el cristal.
La tecnología es sobre el papel bastante simple. En lugar de utilizar celdas de silicio opacas, de color negro o azul, para captar la energía luminosa y convertirla en electrones que puedan hacer funcionar máquinas, utiliza cuarzo de silicio transparente.
Esto abre un gran abanico de posibilidades, como el de diseñar edificios dotados de cristaleras que además de permitir la entrada de luz, y reducir el consumo, al mismo tiempo puedan generar parte de sus necesidades energéticas gracias a sus ventanales solares.
Aspectos que se suman a la larga vida y resistencia de estas placas. El cuarzo utilizado en la fabricación no solo es resistente a las inclemencias del tiempo, sino que también es altamente duradero, lo que garantiza una vida útil prolongada con un mantenimiento mínimo.
Según Rike Wootten, director internacional de la empresa. «El interior del producto en sí, todo lo que hay aquí está hecho de materiales muy, muy fáciles de encontrar. No hay metales ni tierras raras, y el propio panel se puede eliminar y reciclar de forma fácil y segura. Esto contrasta con los paneles solares convencionales, que pueden ser difíciles de reciclar debido a los materiales que utilizan.»
En este momento, inQs está fabricando este cristal en una planta en Tokio e incluso habría comenzado ya sus entregas a los primeros clientes.
