Cómo Dacia dejó pasar la oportunidad con un Spring que ahora amenaza con entrar en decadencia

Cuando el Dacia Spring llegó al mercado, su desembarco fue muy sonado. El primer coche eléctrico de la marca de bajo coste por excelencia. El resultado era un modelo muy práctico para los desplazamientos urbanos y con un precio bastante razonable, desde 16.990 euros antes de ayudas. Pero la búsqueda por lograr importantes márgenes llevó a la marca a disparar su precio por encima de los 21.000 euros, algo que ahora está empezando a pasarle factura con unos problemas que solo acaban de comenzar.

Y es que el Dacia Spring se logró hacer un hueco muy importante. En tres años, el Spring ha vendido más de 140.000 ejemplares. Un éxito que Dacia, y Renault, no supieron capitalizar buscando el mayor margen posible con precios elevados, lo que ha tenido como resultado una base de clientes que han huido poco a poco hacia sus rivales.

En uno de sus mercados clave, Francia, las ventas han caído un 77% este año. Un año de renovación donde veremos llegar a la nueva generación que desembarca sin grandes cambios técnicos, misma batería, pero con nuevo diseño.

A pesar de esto, el Spring se posiciona como una alternativa por encima de su rango de precios natural, ya que sus 17.890 euros de la versión Expression, la más económica, supone renunciar a la carga rápida que no forma parte ni del equipo opcional, y montar el motor de 45 CV.

Para lograr la carga rápida hay que irse a la versión con motor de 65 CV, que supone pagar 1.000 euros más, y además abonar los 600 euros que piden por esta carga en corriente continua. Una carga que llega apenas a los 30 kW. Por lo tanto, nos ponemos en una cifra de 19.590 euros por un coche extremadamente sencillo, con una batería de 26.8 kWh y 225 km de autonomía WLTP.

Esto supone que la configuración del Spring le haga pasar de una interesante posibilidad sobre el papel, en una alternativa muy difícil de justificar en estos tiempos donde la competencia ofrece el doble o triple de potencia de motor, carga en alterna varias dimensiones por encima, y de serie, mejores acabados…etc etc.

Pero lo peor para Dacia es que el no haber aprovechado este tiempo para convertir al Spring en un éxito, y lograr una robusta economía de escala y poner en marcha instalaciones de producción en Europa, le podría pasar factura si la UE activa los más que inminentes aranceles a los coches que llegan de China.

Esto supondrá que el actual nivel del 10% pasará al 31%, disparando el coste en un momento donde la competencia es cada vez más ambiciosa, y a las puertas de la llegada de los rivales, chinos, como Leapmotor, que ya fabrica en Polonia, o los próximos movimientos en el segmento de acceso de BYD o NIO.

De momento, las cifras en España van camino de reducirse en un 50% este año, ya que en todo 2023 las matriculaciones en nuestro país llegaron a las 2.031 unidades, mientras que entre el 1 de enero y el 31 de junio de 2024 apenas se han matriculado 503 unidades del Spring.

Opinión

¿Qué tendría que hacer Dacia para remontar las ventas del Spring? Pues el precio es la clave principal, aunque no la única. Y es que con un coste de 17.890 euros antes de ayudas, el más pequeño de la gama podría lograr hacerse un hueco entre los clientes que buscan algo sencillo, funcional y económico.

El problema es la extraña sensación de los clientes a la hora de configurar una unidad. Algo sencillo necesita un configurador sencillo, no un espacio con dos versiones de motor, algo totalmente absurdo, que a su vez se dividen en varios acabados, que luego obligan a adquirir accesorios que muchos clientes no saben ni qué necesitan, tanto la carga rápida como el cable de carga de modo 2, el del enchufe convencional. 

Por lo tanto, Dacia debería bajar su precio, y simplificar el configurador al máximo, para hacer más fácil y accesible la compra para los menos entendidos de la materia, y cruzar los dedos para que la competencia china no ponga sus propuestas más competitivas en lo económico a la venta en Europa.