El estado norteamericano de Colorado es uno de los más comprometidos con la promoción del coche eléctrico. Ha sido uno de los primeros en copiar la ley del aire de California, que obliga a los fabricantes a tener coches eléctricos en su oferta.
Además de esto, los residentes en Colorado pueden disfrutar de un privilegio que en otros estados no cuentan. Pueden reclamar la ayuda de un coche eléctrico usado, siempre y cuando este vehículo no ha disfrutado de una ayuda del estado previa. En la práctica esto permite que si compramos una unidad de ocasión, y su anterior propietario no ha pedido la ayuda, la podremos solicitar nosotros.
Pero esta normativa no pone limitación a donde se ha producido la primera matriculación. Esto quiere decir que en la práctica un comprador puede ir a California y comprar un coche usado, y al volver pedir la ayuda del gobierno como si fuese nuevo. Una ayuda que asciende a un máximo de 6.000 dólares.
Esto significa que acumulando todas las ayudas posibles, un coche eléctrico como el LEAF podría recibir hasta 16.000 dólares de ayuda (7.500 dólares del gobierno central, 2.500 dólares del estado de California, y otros 6.000 dólares del estado de Colorado). En total en el mejor de los casos, el precio del coche quedará en menos de la mitad del coste en el concesionario.
Esta situación nos permite de nuevo abrir el debate de si los coches eléctricos usados deberían recibir también algún tipo de ayuda. Sería una forma de reducir más su precio, lo que los acercaría a las rentas modestas, que son las que más partido pueden sacar al ahorro de los sistemas de propulsión eléctricos.
Vía | Greencarreports
