Recientemente, Apple anunció el desarrollo de una nueva generación de CarPlay, la cual supondrá un verdadero salto de gigante respecto al estándar anterior. La compañía estadounidense aspira a que su sistema pase a formar parte del software del vehículo, por lo que será compatible con hasta tres pantallas (instrumentación, pantalla principal y display del copiloto).
Por primera vez, CarPlay podrá mostrar datos tomados de los sensores del vehículo (velocidad, nivel de carga, distancia recorrida) y permitirá a los usuarios controlar elementos como el climatizador a través de su propia interfaz. El nuevo sistema, que integrará un navegador con Apple Maps, llegará al mercado a finales del año 2023.
Esta «intromisión» en los sistemas del coche podría desatar una guerra entre Apple y los fabricantes de automóviles, pues los datos recogidos por los vehículos (cada vez más conectados) se convertirán en un componente crucial para los futuros planes de negocio de las marcas (servicios online, seguros personalizados, etc).
De acuerdo con Roger Lanctot, director de movilidad conectada automotriz de Strategy Analytics, solo los fabricantes más pequeños o jóvenes estarán dispuestos a ceder ante Apple. Aunque firmas de la talla de Ford, Honda, Jaguar Land Rover, Mercedes-Benz, Renault o Volvo han mostrado interés, lo cierto es que ninguna ha llegado todavía a un acuerdo definitivo con los de Cupertino.
Amazon, Apple y Google están asaltando el sector automotriz
El nuevo CarPlay permitirá a los usuarios personalizar la instrumentación y la interfaz del sistema de infoentretenimiento mediante widgets (calendario, contactos, etc), diseños, colores y fondos proporcionados por Apple, lo que borrará de un plumazo la experiencia diferenciada diseñada por cada fabricante.
Apple no es la única empresa tecnológica interesada en este sector, pues Alphabet (Google) ha desarrollado un sistema operativo para automóviles (Android Automotive OS) que ya utilizan marcas como Polestar, Renault o Volvo. Además, Amazon también está siguiendo sus pasos a través de su popular asistente Alexa.
Al contrario que el nuevo CarPlay, Android Automotive OS es un sistema operativo integrado en lugar de un software externo, lo que le da un mayor control a los fabricantes, que pueden desarrollar sus propios sistemas a partir de él. «Apple es peor que Google cuando se trata de inflexibilidad. Pero Apple sin duda les dirá a los fabricantes de automóviles que sus clientes claman por una experiencia similar a la suya en sus automóviles», explica Lanctot a Automotive News Europe.
Fuente | Automotive News Europe
