Los datos muestran, que, a pesar de la ralentización de 2024, las ventas de coches eléctricos de BMW están siendo mejores que las de sus más cercanos rivales, Audi y Mercedes-Benz. Una tendencia que parce estar acelerándose y que tiene varias razones de ser.
Según las cifras de este arranque de año, BMW está vendido el doble de coches eléctricos que Audi, y dos tercios más que Mercedes-Benz, logrando una cuota del 13.9% en los tres primeros meses del año, frente al 10.9% de Mercedes y el 9% de Audi.
Una de las principales es que BMW ha sabido aprovechar la experiencia acumulada con sus primeras generaciones. Y es que los trabajos para lanzar un coche eléctrico comenzaron en 2008 con el inicio del diseño del i3.
Una propuesta radicalmente diferente a todo lo que había diseñado BMW, y que llegaba en 2013. Un eléctrico diferente en lo visual, que destacaba por su elevada eficiencia, por la excelente respuesta de su motor, y también por su conducción que sorprendió a propios y extraños al ser mucho más deportiva de lo que se pensaba a primera vista.
Un comportamiento dinámico que se apoyaba en su bajo peso, elevada potencia, y tracción trasera. Eso si, siempre con todo bajo control ya que incluso desconectando el sistema de control de estabilidad, el coche se mantenía alerta para intervenir en caso de necesidad.
La herencia del i3
Con este modelo, BMW aprendió mucho de motores, logrando desarrollar unos trenes motrices eficientes, lo que le ha permitido lanzar propuestas de gran tamaño, como i iX, pero a pesar de su diseño SUV, este lograba ofrecer una autonomía a la altura de las grandes berlinas.
BMW también entendió que fabricar tus propias baterías tiene un gran coste y complejidad, y que en su arco de volumen era mejor comprarlas a un proveedor externo, en este caso CATL, que le permite adaptar el volumen de adquisiciones al de ventas de vehículos.
La marca bávara se ha visto beneficiada por los errores de sus rivales, como una Audi que tardó mucho más de lo esperado en lanzar el Q6 e-tron, su modelo de nueva generación, lo que se ha sumado al poco atractivo de sus propuestas en China, donde el software es crucial.
También lo es el espacio para las plazas traseras, que Mercedes no a logrado satisfacer en una China donde muchos clientes compran el coche pero tienen un chófer. En estos casos las plazas traseras son el punto crítico a la hora de seleccionar el vehículo, y donde la primera generación del Mercedes EQS no logró convencer.
Si l ha hecho una BMW que cuenta con una amplia variedad de propuestas, desde el compacto iX1, hasta el buque insignia i7, dotado de las plazas traseras amplias e incluso donde encontramos una enorme pantalla que convierten la zona trasera en una sala de estar o en una oficina sobre ruedas.
Una BMW que ahora prepara su próximo paso con el lanzamiento de la familia NEUE KLASSE, que vendrá acompañada de unos diseños tal vez no tan radicales como el BMW i3, pero sí con una apariencia interior y exterior que de nuevo dará mucho de que hablar.
Fuente | Bloomberg
