El apoyo de Elon Musk a Trump pone en jaque el futuro de Tesla

Elon Musk se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los principales apoyos de Donald Trump. El magnate sudafricano no sólo financió la última campaña del presidente electo de Estados Unidos, sino que también se ha erigido como su altavoz mediático a través de la red social X, antes conocida como Twitter.

Hace unas semanas se confirmó que el polémico empresario formará parte del gabinete de Trump, ya que será el encargado de codirigir el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Sin embargo, algunos analistas predicen que la cada vez más estrecha relación entre ambos podría terminar saliéndole muy cara a Tesla, de la que Musk es CEO.

La prestigiosa firma estadounidense J.P. Morgan estima que los beneficios de Tesla podrían desplomarse hasta en un 40% bajo la nueva administración. A pesar de que tras las elecciones estadounidenses las acciones del fabricante han subido vertiginosamente (lo que ha permitido a Musk incrementar su fortuna), esto podría ser un espejismo.

Según las proyecciones de Ryan Brinkman, analista en J.P. Morgan, la supresión del crédito fiscal de 7.500 dólares (una medida que cuenta con el apoyo explícito de Musk, pues considera que perjudicará más a sus rivales que a Tesla) afectará de forma negativa a los resultados de la empresa. «No nos parece que Tesla esté en el camino correcto para dominar la industria automovilística mundial».

Elon Musk, ¿un problema para Tesla?

Es interesante recordar que las ventas mundiales de Tesla se estancaron en 2024 tras una década de crecimiento continuo a pesar de la llegada de nuevos productos como el Model 3 Highland o la Cybertruck (que está siendo un rotundo fracaso) a finales de 2023. Una situación que ha encendido todas las alarmas.

Los registros de Tesla en Estados Unidos se resintieron un 5% interanual, y no son pocos los que señalan a Musk como una de las principales razones detrás de este declive. Y es que su apoyo explícito a Trump estaría ahuyentando a los clientes progresistas, mientras que los conservadores no están interesados en la movilidad eléctrica.

La situación podría ser incluso peor en Europa, pues la intención de Trump de hacerse con el control de Groenlandia y las injerencias de Musk en Alemania o Reino Unido estarían espantando a muchos potenciales clientes, que podrían irse a marcas de origen chino o europeo.

Fuente | Automobile Propre