Poco a poco, la movilidad eléctrica va aumentando el número de usuarios en nuestro país. Mientras el conocimiento acerca de esta tecnología va aumentando entre los particulares, hay unos actores que tienen el potencial de ser los verdaderos impulsores de la misma. Hablamos de las empresas, que se están convirtiendo en grandes catalizadores del desarrollo de esta tecnología y que cada vez son menos reticentes a apostar por este tipo de movilidad.
Los tiempos están cambiando y ahora es mucho más común ver coches eléctricos que forman parte de la flota de una empresa. Algunas lo hacen como primera toma de contacto con este tipo de movilidad, pero otras, después de un primer contacto ya se han dado cuenta de sus beneficios y han ampliados sus flotas.
El ejemplo más claro es el sector del taxi, donde cada vez más taxistas apuestan por los coches eléctricos como herramienta de trabajo, demostrando que son una alternativa real y viable.
Mahou San Miguel apuesta por una flota comercial 100% eléctrica en Granada
Desde Granada nos llega un claro ejemplo de la movilidad eléctrica en la empresa. Se trata del acuerdo de colaboración entre Mahou San Miguel y Nissan que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de la empresa en Granada y consiste en la puesta en marcha de una flota comercial 100% eléctrica.
La nueva flota comercial forma parte de la Unidad de Negocio de Servicios Logísticos de Mahou está compuesta de 10 Nissan LEAF 100% eléctricos que circularán por Granada sustituyendo a los turismos de motor de combustión que se venían empleando hasta el momento.
De esta forma, esta flota de Nissan LEAF permitirá que el equipo comercial pueda continuar dado un servicio de máxima calidad a la vez que reduce el impacto ambiental. Entre los beneficios, se encuentra la reducción de la contaminación acústica y la mejora de la calidad del aire, lo que redundará en una mejora de la calidad de vida de los vecinos de Granada. En este sentido, la iniciativa ha contado con el respaldo del Ayuntamiento de Granada, ya que enlaza con el nuevo plan del el consistorio para hacer de Granada una ciudad verde.
Esta apuesta por la movilidad eléctrica forma parte del Plan de Movilidad Sostenible que Mahou San Miguel está implantando en su proceso de distribución con el objetivo de reducir su impacto ambiental. Una muestra de que las empresas cada vez se preocupan más de la huella de carbono generada por su actividad. Por supuesto, la beneficios no son solo ambientales, sino que el coste operativo de mantener una flota 100% eléctrica es considerablemente inferior al de mantener una flota de combustión.
Los beneficios del coche eléctrico a nivel empresarial
Parece que cuando se habla del mundo de la empresa solo se piensa en «cuánto ahorra va a generar la inversión en las cuentas y en cuánto tiempo se va a amortizar» y lo cierto es que apostar por una flota de coches eléctricos supone un importante ahorro en combustible y mantenimiento. Y es que recorrer un 100 kilómetros con un coche eléctrico puede costar poco más de un euro, y su coste de mantenimiento es infinitamente menor debido a su baja cantidad de piezas de desgaste (no hay embrague, ni turbo, ni aceite, ni filtros varios, los frenos duran más…).
Sin embargo, y a pesar de que es cierto que en el mundo empresarial mandan los resultados, cuando se habla de apostar por la movilidad eléctrica hay que mirar la apuesta con más perspectiva.
Además de los ahorros económicos, los beneficios son muchos otros. Uno de los más claros es la reducción de las emisiones de CO2 y por lo tanto la huella de carbono de la empresa y sus productos. Son muchas las empresas que presumen de ser verdes y ecológicas en sus páginas web, pero ¿cuántas lo aplican en su día a día? La movilidad eléctrica es una de las mejores formas de dar ejemplo.
Las condiciones de trabajo de los empleados encargados de conducir los coches eléctricos también mejora. Hay que tener en cuenta que conducir un coche eléctrico es menos estresante que conducir uno de combustión: requiere menos juego de pies (por la ausencia de embrague), no hace apenas ruido, no hay tirones ni vibraciones… todo ello se traduce en una mejora en la calidad de la jornada laboral, que a la larga se traduce también en un trabajador más feliz.
Por último, y no menos importante, la apuesta por el vehículo eléctrico en la empresa permite que ésta se posicione como una empresa moderna y la vanguardia de la tecnología y además, de una forma sostenible. Una percepción que llega al consumidor, que se puede sentirse más afín a empresas con esa filosofía.
De la mano de las empresas, las instituciones también están apostando por la movilidad eléctrica para sus flotas. Cada vez es más común ver licitaciones públicas en las que las instituciones obligan la inclusión de vehículos eléctricos a las empresas candidatas. Unas medidas que aceleran la llegada del coche eléctrico a los particulares, que pueden desmontar los mitos entorno a esta tecnología viéndolos por las calles en su día a día.
