A nadie se le escapa que en esta edición del Salón del Automóvil de París, el coche eléctrico tendrá una enorme cuota de protagonismo, y por varias razones.
La primera es que estamos en la capital donde el pasado año se han firmado los acuerdos de reducción de emisiones más ambicioso de la historia. Una capital duramente golpeada por la contaminación de los coches con motor de combustión que se mueven por sus calles.
La otra razón es que esta edición es la puerta de entrada de una nueva generación de coches eléctricos. Algo que permitirá conocer modelos como el Opel Ampera-E, con sus 380 kilómetros de autonomía real (Ciclo EPA) y al que se sumarán otras presentaciones más o menos cercanas en el tiempo, como las de Renault, Audi, Mercedes o Volkswagen, que tendrán un fuerte impacto mediático.[blocktext align=»center»]
Empiezan los rumores de la presentación de Renault en París. Un ZOE con 320 kilómetros reales [/blocktext]
Esto ha supuesto que esta edición se de la paradoja de que fabricantes con la tradición de Bentley o Lamborghini, dejen su sitio a nuevos protagonistas. Además de Tesla, en París podremos ver las propuestas de empresas como Dyson. Los especialistas en aspiradoras que el pasado año se han lanzado a un ambicioso proyecto relacionado con el coche eléctrico, y que ha incluido la adquisición del prometedor fabricante de baterías de electrolito sólido, SAKTI3.
También estarán presentes marcas como la francesa Noun Electric, con sus coches eléctricos de bajo coste, y que por primera vez mostrarán sus modelos en una de las citas del motor más importantes del año. Una señal más que evidente del cambio que estamos viviendo.
Y es que el interés por el coche eléctrico no ha hecho más que incrementarse. Sobre todo en Francia a raíz de las alertas de contaminación del pasado año, que hicieron saltar todas las alarmas, y que han permitido poner sobre la mesa un problema medioambiental, pero también de salud pública.
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Via | Autonews
