La contaminación lanza al coche eléctrico al estrellato en París
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Publicado: 18/03/2014 10:33
Esta semana hemos visto en todos los telediarios como un manto de contaminación se posaba sobre la ciudad de París. La situación ha llegado a tal nivel de gravedad, que las autoridades han decidido algo pocas veces visto en Francia, establecer una limitación de circulación de coches según el número de matrícula.
Pero entre las desgracias, siempre hay alguien beneficiado, y en este caso además de los vendedores de mascarillas, el coche eléctrico ha resurgido como un salvador. Precisamente los usuarios de coches impulsados por electricidad no han sufrido esta limitación, a lo que podemos sumar la apertura gratuita de los alquileres del programa Autolib, que ha visto como aumentaba un 60% el número de abonados estos días.
El resultado es que el coche eléctrico se ha convertido en uno de los protagonista involuntario de esta crisis. Son muchos lo que han descubierto por primera vez que estos son una realidad, y que además han podido comprobar que funcionan a la perfección.
Pero cuando te conviertes en protagonista, es cuestión de segundos que saltes a la arena política. La aspirante a alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha asegurado que lleva meses insistiendo en que la capital necesita dar un impulso a la movilidad eléctrica. Incluso ella ha dado ejemplo y se mueve usando el sistema de car sharing Autolib, que utiliza incluso para acudir a las entrevistas en radio y televisión.
No deja de ser un argumento oportunista, aunque válido. Pero lo importante es que el coche eléctrico está en boca de todos en Francia, principal mercado europeo de esta tecnología. Un impulso mediático que esperamos sirva para que los galos den un nuevo paso adelante, y tiren del carro de unas ventas que se han enfriado ligeramente este principio de año.
Y es que por desgracia, no hay nada mejor que una buena capa de humo para que la gente recuerde que la solución está al alcance de la mano. Sólo hay que darle un pequeño impulso para que los motores eléctricos logren convertirse en una alternativa competitiva a corto plazo, antes de que este tipo de alertas se conviertan en una rutina, como sucede en China.