
Europa confirma el paso atrás con la relajación de los objetivos de emisiones
La Unión Europea ha concedido a los fabricantes de coches con motor de combustión más tiempo para cumplir con los límites de CO₂ endurecidos, permitiendo compensar las emisiones de 2025 con los valores de los dos años siguientes.

El Parlamento Europeo ha aprobado una modificación legislativa que otorga a la industria automotriz de la Unión Europea un respiro temporal en el cumplimiento de los límites de emisiones más duros, que entraron en vigor a principios de este año. La decisión, tomada por una amplia mayoría de los eurodiputados, permite a los fabricantes compensar las posibles multas derivadas del incumplimiento de los objetivos de emisiones.
Específicamente, la enmienda legal facilita a los fabricantes a compensar las emisiones de CO₂ de sus vehículos nuevos durante el año en curso con los valores registrados en los dos años siguientes. Esto significa que las posibles superaciones de los límites en 2025 podrán ser equilibradas con los resultados de 2026 y 2027.
Esta adaptación se aplica a los denominados límites de flota, que estipulan la cantidad promedio de CO₂ que la flota de vehículos nuevos de un fabricante puede emitir. Estos límites fueron endurecidos en 2025 y están programados para alcanzar el cero absoluto en 2035. Este último punto implica, en la práctica, el fin de los motores de combustión interna para los vehículos nuevos y la transición hacia vehículos eléctricos y de hidrógeno.

Entre los fabricantes que han manifestado dificultades para cumplir con las nuevas exigencias se encuentran grandes consorcios como Volkswagen y Renault. El sector automotriz había solicitado mayor flexibilidad a las autoridades de Bruselas ante la amenaza de elevadas multas en caso de incumplimiento, que se estimaban en cerca de 2.000 millones al año para Volkswagen.
Una vía adicional para evitar sanciones reside en la posibilidad de que los fabricantes se agrupen en los denominados «pools» para alcanzar conjuntamente los límites de flota. Pero es una medida poco popular, ya que supone financiar a grupos rivales que si están haciendo los deberes.
Si bien la modificación legislativa aún debe ser formalmente ratificada por los 27 Estados miembros de la UE, se considera un mero trámite dada la mayoría de votos favorables ya obtenidos en el Parlamento Europeo. Por otro lado, las propuestas para revocar la prohibición de los motores de combustión interna prevista para 2035 no prosperaron en la votación del jueves. Una medida, bajo mi opinión, estética y nada efectiva, que solamente perjudica al coche eléctrico y su imagen a corto plazo, en una prohibición que tendrá lugar cuando la demanda de coches de combustión será ya residual.
Menos presión a los precios, menos descuentos

Ante la normativa inicial, más estricta, los expertos habían pronosticado una intensa «guerra de precios» en el mercado de coches eléctricos para este año. Algunos analistas del sector ahora sugieren que, debido al alivio temporal concedido, los fabricantes podrían reducir los incentivos, ya que tendrían menos presión para vender un gran número de estos modelos con el fin de cumplir con los límites de emisiones.
La organización ecologista Transport & Environment (T&E) ha calificado la relajación de los requisitos como un «regalo innecesario a la industria automotriz», argumentando que las ventas de coches eléctricos están experimentando un fuerte crecimiento en la actualidad. La organización sostiene que la nueva regulación de los objetivos retrasará la transición hacia la movilidad eléctrica y socavará la seguridad de la inversión en la industria europea, así como profundizará la dependencia energética externa del bloque.
«Resulta irónico que la UE debilite los objetivos de emisiones para la industria automotriz justo cuando las ventas de coches eléctricos están en auge«, afirmó Sebastian Bock, director general de T&E Alemania. «Estamos presenciando este auge porque los fabricantes finalmente han lanzado modelos más asequibles al mercado para cumplir con los objetivos originales de la UE. Este retraso permite a la industria levantar el pie del acelerador. Ralentizarán las inversiones en coches eléctricos y volverán a depender de las ganancias de los motores de combustión durante más tiempo«.