KLD Energy es una pequeña empresa norteamericana que ha desarrollado un sistema de propulsión eléctrico realmente interesante, que quiere llevar un paso más adelante la tecnología para lograr una eficiencia superior a los actuales motores, y hacerlo además con un precio que no se dispare.
KLD Onedrive es básicamente un sistema que incorpora desde el motor, hasta las baterías, un conjunto que está pensado para ser vendido a otras empresas que se encargarán de su fabricación y que sobre el papel promete unos resultados en cuanto a consumo y prestaciones sorprendentes.
El sistema de KLD está formado por un motor de imán permanente sin escobillas que cuenta con un nuevo tipo de electroimán para el estátor utilizando metales amorfos, también conocidos como vidrios metálicos, un motor que logra crear un campo magnético al entrar en contacto con los imanes, pero al mismo tiempo pierden por completo cualquier magnetismo una vez quitada la fuente y reduciendo de esa manera las pérdidas magnéticas.[blocktext align=»left»]Si con 3 kWh logra el rendimiento de 5 kWh, con los 24 kWh el LEAF recorrería 260 km[/blocktext]
Traducido a cifras, según sus diseñadores gracias a este tipo de motores son capaces de recorrer la misma distancia con 3 kWh que otro motor convencional con 5 kWh, una muestra de su eficiencia que aplicado a su primer prototipo, una micro furgoneta dotada de un pack de baterías de 6 kWh del tipo 18.650 que monta Tesla, un pequeño pack con el que ha logrado recorrer nada menos que 72 kilómetros y con una velocidad máxima de 80 km/h.
Por supuesto el modelo seleccionado puede no ser demasiado representativo si lo queremos comparar con un LEAF, un Volt o un Model S, pero según sus diseñadores bajo el ciclo EPA el prototipo ha logrado una media de 250 millas por galón, más del doble de lo logrado por el más eficiente de los eléctricos que han pasado por las manos de la agencia norteamericana.
Pero además de eficiente un coche eléctrico debe ser económico, y según los responsables de KLD, Onedrive podría ser incorporado a cualquier urbano del mercado con una batería de 13.6 kWh y una autonomía de unos 160 kilómetros, mientras que su coste no pasaría de los 10.000 dólares que se sumarían al coste del propio coche.
Entre los puntos negativos que podemos destacar de este sistema, sin duda el principal es la limitación del uso de «tierras raras» materiales muy escasos y que suele ser complicado y costoso llevarlo a una producción en masa, algo a lo que podemos sumar el tamaño del propio motor que es bastante más voluminoso y pesado que un eléctrico convencional. Por supuesto esperamos ver una prueba de este sistema en un modelo de tamaño algo más elevado para comprobar de esa manera que su potencial no es sólo de palabras y que realmente está preparado para revolucionar el mercado.
Lo que si está claro es que el motor eléctrico no ha evolucionado demasiado en las últimas décadas, y es un aspecto que al igual que las baterías tiene mucho potencial por delante para su desarrollo lo que permitirá modelos más eficientes y baterías más pequeñas.
Fuente | KLD Energy
