Después de varios años en un rango de entre 80-110 dólares el barril, hace varios meses el precio del petróleo descendió de manera pronunciada para instalarse en un precio entorno a los 50-60 dólares el barril.
Sería lógico pensar que que esta bajada podría afectar al mercado de los coches eléctricos, en parte porque una de sus grandes ventajas respecto a a los vehículos de combustión es la economía de uso.
Desde diferentes fuentes, se asegura que que esta bajada de precios no afectará de manera importante a los planes de desarrollo de los coches eléctricos. En unas recientes declaraciones, el director del laboratorio de química y materiales de General Motors, Mark Verbrugge, aseguró que el bajo precio actual no afectará a los planes de la marca de desarrollar e introducir nuevos modelos eléctricos en el mercado.
Al parecer, el precio del petróleo ya no es el único factor a tener en cuenta para el desarrollo de los vehículos eléctricos. Cada vez cobran más importancia factores como la eficiencia energética y las normativas anticontaminación cada vez más restrictivas. «Para cumplir las nuevas normativas tienes tres opciones: electrificar tus vehículos, reducir su peso o reducir sus funcionalidades, y en un mercado como el actual no creo que reducir funcionalidades sea una buena idea» aseguró Mark Verbrugge. «Nosotros estamos trabajando en las otras dos» añadió.
Por otra parte, otro de los motivos por los que el mercado de los coches eléctricos no se ve afectado por los bajos precios del petróleo es el descenso de precios que también está sufriendo este tipo de tecnología, concretamente las baterías.
Resumiendo, podemos decir que el precio del petróleo no va a afectar de manera notable en la evolución de la movilidad eléctrica. Además, cuesta creer que los precios actuales se vayan a mantener durante mucho tiempo.
