
El abrumador éxito del Xiaomi YU7 preocupa a sus rivales, que tiran precios para competir
El BYD Tang L es un SUV eléctrico más barato y con carga ultrarrápida, pero está siendo eclipsado por el impacto mediático del YU7 de Xiaomi. A pesar de tener mayor potencia, autonomía respetable y prestaciones avanzadas, su presencia en medios y ventas se queda corta frente al fenómeno Xiaomi que arrasa con todo lo establecido.

Xiaomi presentó su SUV eléctrico YU7 y arrasó por completo. Las cifras son incalculables, con 240.000 reservas en solo 18 horas, 340.000 en apenas 72 horas, y eso sin contar las reservas online. El resultado, una producción agotada hasta 2027, una enorme atención mediática, y unos rivales muy preocupados por la extremadamente buena acogida que están teniendo los modelos de Xiaomi. Incluyendo a la reina de las ventas, BYD, que ha visto como su flamante Tang L quedaba en un segundo plano.
Y no es por no contar con argumentos de sobra para recibir una buena cuota de atención. El BYF Tang L monta un motor trasero de 500 kW, una batería LFP Blade de 100,5 kWh con 670 km CLTC de autonomía. Sin duda, uno de sus puntos más favorables y mediáticos es su arquitectura con un sistema de carga a 1. 000 V que le permite recargar de 10 % a 70 % en 6 minutos, o añadir 370 km en solo 5 minutos. Además, admite carga dual con una potencia máxima de 1 000 kW. Un Tang L que ha salido a la venta en China por 239.800 yuanes (28.510 euros) unos 1.500 euros menos que el Xiaomi YU7.

Pero esto parece que no ha sido suficiente. El YU7 emplea una batería CATL de 96,3 kWh que ofrece 835 km CLTC y carga a 800 V, recargando de 10 % a 80 % en 21 minutos, pudiendo recuperar 465 km de autonomía en 15 minutos. Esto quiere decir que el Xiaomi es bastante más eficiente: 13,3 kWh/100 km CLTC frente a 17,4 kWh/100 km CLTC del BYD. Algo que puede tener mucho que ver que SUV de BYD es más largo (+41 mm), y también más pesado (2 675 kg vs 2 315 kg).
En cuanto a conducción autónoma, el Tang L monta el sistema DiPilot 300 con 254 TOPS, mientras que el YU7 lleva el Xiaomi Assisted Driving Pro con 700 TOPS. Dos sistemas bastante sólidos tanto en conducción urbana como en autovía.

Aunque técnicamente competitivo, el BYD Tang L se enfrenta al imán mediático de Xiaomi y su fiel comunidad que ha logrado crear la tecnológica. Algo que podríamos comparar con Tesla en sus primeros años, hasta el inicio de la aventura política de Elon Musk. Una influencia que permite a Xiaomi vender cientos de miles de coches con un esfuerzo mediático menor, y también solucionar cualquier problema publicitario de sus modelos rápidamente.
Pero con influencia solo no vendes tantos coches. Y Xiaomi lo ha demostrado, con un producto que sobre el papel es superior en aspectos clave, como la eficiencia, pero también el diseño y la buena relación calidad/precio de sus coches. Algo ante lo que el resto de grupos, no solo BYD, sino también Tesla, Chery, Geely..etc, solamente puede intentar pelear con precios más bajos y actualizaciones regulares de sus modelos que permitan ofrecer el mejor producto posible en cada momento.
¿Dónde está el límite de Xiaomi? De momento solo en su capacidad de producción, que el el dique que sostiene la avalancha de la tecnológica que está amasando una experiencia y capacidad suficientes como para comerse el mercado. Y no solo el chino.