Sobreponiéndose al miedo a la limitación de autonomía: Parte 1

Una de las principales barreras para la adopción masiva del coche eléctrico, es el miedo a la limitación de autonomía (range anxiety), es decir, el miedo ante la posibilidad (real o percibida)  de quedarse sin batería antes de llegar a su destino, que el conductor de un coche eléctrico puede experimentar.

Sobreponiéndose al miedo a la limitación de autonomía: Parte 1

9 min. lectura

Publicado: 24/05/2013 10:07

Una de las principales barreras para la adopción masiva del coche eléctrico, es el miedo a la limitación de autonomía (range anxiety), es decir, el miedo ante la posibilidad (real o percibida)  de quedarse sin batería antes de llegar a su destino, que el conductor de un coche eléctrico puede experimentar.

No abundaré sobre las fuentes de este miedo, ni sobre las estrategias de las que pueden echar mano los conductores para combatir éste de forma individual. Una entrada de un foro de propietarios de automóviles Tesla analiza ambos temas con gran detalle.

En este artículo me concentraré en los enfoques que dos fabricantes de coches –Tesla Motors y BMW– están implementando para ayudar a sus clientes a sobreponerse al miedo a la limitación de autonomía. En primer lugar hablaré del enfoque que ha seguido Tesla para desarrollar el Modelo S, y después analizaré la estrategia utilizada por BMW para el desarrollo del i3.

Para diseñar el Model S, Tesla claramente se enfocó en producir un sedán de lujo, de altas prestaciones, 100% eléctrico que fuese capaz de superar en rendimiento a sus similares de motor térmico. Con este enfoque en mente, Tesla desarrolló un pack de baterías de 85 kWh que permite alcanzar una autonomía de 426 km de acuerdo con las pruebas de la Agencia de Protección Medioambiental del Gobierno de Estados Unidos. Tal autonomía se antoja bastante razonable, especialmente si se considera que, como media, los conductores europeos conducen menos de 40 km por día.

Sin embargo, si el conductor de un Tesla quiere realizar un desplazamiento más largo, después de haber usado toda la energía almacenada en la batería, éste tendría que hacer una pausa, encontrar un punto de recarga o cualquier enchufe, y esperar a que se cargue de nuevo la batería.  Dependiendo del tipo de punto de recarga y de la cantidad de  kilómetros todavía por recorrer, este proceso podría tardar algunas horas. Pero es justo en este punto donde entra en juego la segunda parte del enfoque de Tesla.

Actualmente, esta empresa se encuentra desarrollando una red  de supercargadores que posibilitará a sus usuarios recargar el 80% de la batería en 30 minutos, y recargarla completamente en aproximadamente una hora. Se tiene planeado que en el futuro estos puntos de carga estén alimentados por energía solar y que cuenten con baterías. De este modo, no sólo suministrarán energía para los vehículos sino que podrán vender a la red el exceso de energía generada.

La mejor parte de esta estrategia es que los propietarios de vehículos Tesla pueden usar esta red de cargadores gratuitamente. Se trata de una propuesta de valor sumamente audaz y disruptiva: movilidad cero-emisiones gratuita de por vida. Por supuesto, la red se encuentra en fase incipiente y a día de hoy sólo hay algunos puntos de carga instalados estratégicamente a lo largo de autopistas de la costa oeste y este de Estados Unidos. Sin embargo, existen planes para aumentar el número de supercargadores hasta 150 para el año 2015.

Una batería de alto rendimiento que puede proporcionar hasta 420 km de autonomía en condiciones ‘normales’ (aunque el año pasado, el propietario de un Tesla S y su hijo establecieron un asombroso récord de 680 km de autonomía en un viaje en autopista en Florida), y una red de supercargadores son los dos componentes fundamentales de la estrategia de Tesla para permitir que sus clientes superen el miedo a la insuficiencia de autonomía.

Queda claro que al desarrollar el Modelo S, Tesla quería que la experiencia de poseer un coche eléctrico fuese lo más similar posible a la de un coche de gasolina, tanto en términos de rendimiento, como de hábitos de conducción, y para lograrlo, han decidido enfocarse en el lado de la ecuación correspondiente al producto: baterías poderosas y una extendida red de puntos de carga. A juzgar por sus ventas, y los premios que ha recibido como el Automóvil del Año por las revistas Motor Trend y Automobile Magazine, resulta acertado decir que el Model S ha sido hasta ahora todo un éxito.

Por otro lado, BMW ha adoptado otro enfoque en el desarrollo de sus vehículos eléctricos que se asemeja en ciertos aspectos al de Tesla, mientras que difiere en otros.

BMW llevó a cabo una estrategia más pausada y de planificación detallada para el desarrollo de sus vehículos eléctricos. Su primera incursión en el segmento de la electromovilidad en este siglo se llevó a cabo entre junio de 2009 y junio de 2010, y consistió en la realización de varios proyectos piloto en diferentes ciudades del mundo, donde ofreció en leasing 500 conversiones eléctricas de su popular Mini Cooper, con la finalidad de reunir información de uso en condiciones reales, además de obtener feedback de los usuarios.

BMW comenzó una segunda versión de esta experiencia en enero de 2012. En esta ocasión, la firma alemana llevó a cabo un piloto para probar alrededor de 1,100 ActiveE, que es un coche eléctrico basado en su modelo de la Serie 1. El experimento sigue en marcha y ha arrojado algunos resultados interesantes.
Con la información obtenida a través del piloto con los Mini E, en febrero del 2011 BMW anunció sus planes de crear una sub-marca bajo la que comenzaría la producción de un vehículo 100% eléctrico, el i3, además de un híbrido enchufable, el i8.

Es importante hacer énfasis en que el enfoque experimental seguido por BMW es un arma de dos filos. Por un lado, como ya mencioné anteriormente, este enfoque fue usado por BMW para reunir información sobre el desempeño del vehículo y los hábitos de uso en condiciones reales. Por otro lado, estos experimentos fueron utilizados como una aproximación sutil para introducir y familiarizar a sus clientes potenciales con una nueva tecnología: los coches eléctricos.

Promocionado por BMW como el ‘Vehículo de las Megaciudades’, el i3 fue diseñado principalmente como un automóvil urbano y sus especificaciones reflejan este enfoque. El i3 tiene una autonomía estimada de 130-160 km. De acuerdo con lo observado por BMW a través de los pilotos con el Mini E y el Active E, esta autonomía es suficiente para satisfacer las necesidades diarias de movilidad urbana de sus conductores, así como sus ocasionales salidas al campo el fin de semana.

Seguirá en la parte 2 

Un artículo de Eduardo Avendaño

Fuente | Ozone Drive

Lista de enlaces:

  1. Addressing factors that cause range anxiety – Blogs-Tesla Motors Club-Enthusiasts & Owners Forum: http://buff.ly/1848Z8S
  2. Tesla Motors: Premium Electric Vehicles http://buff.ly/10LXJ8v
  3. BMW i. Born Electric. http://buff.ly/10LXTwz
  4. Projected EPA Range Ratings Emerge for All Versions of Tesla Model S | http://buff.ly/14xMSUx
  5. ACEA – European Automobile Manufacturers’ Association. Vehicles in use. http://buff.ly/168rDg1
  6. Supercharger: Tesla Motors http://buff.ly/168yk1V
  7. Father and Son Drive 423 Miles on One Charge in Tesla Model S – NYTimes.com http://buff.ly/12W5OdD
  8. Does Tesla Already Outsell Audi, BMW, Lexus & Mercedes-Benz? http://buff.ly/168EjUb

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