Hace unos días General Motors publicó un llamativo vídeo donde podíamos ver una unidad del Chevrolet Bolt dotado del sistema de conducción autónoma moviéndose por las congestionadas calles de San Francisco. Una dura prueba en un entorno dinámico que solventaba de forma sobresaliente.
Ahora el fabricante norteamericano ha publicado un segundo vídeo. Una segunda parte que de nuevo tiene en las calles de San Francisco el escenario, pero que añade una toma del volante donde podemos ver claramente que el conductor no realiza ninguna acción.
Este vídeo discurre por las famosas colinas de la ciudad norteamericana, en un ambiente complejo para un coche autónomo. Nada más empezar el vehículo hace una demostración sin contemplaciones de su capacidad, al detectar un ciclista que se acerca por la parte lateral trasera, y al que deja pasar con total seguridad.
Posteriormente el coche se mueve por una zona de doble dirección, con cambios de carril, múltiples stops, semáforos y peatones. Todo solucionado con cero problemas. Eso incluso a pesar de que en el minuto 0:48 una pequeña obra interrumpe el camino del coche, que simplemente sortea por uno de los laterales.
Pero la gran prueba de fuego de esta secuencia llega en el minuto 2:30. Un camión descargando y ocupando todo el carril derecho en una zona de doble dirección. Aquí podemos ver como el coche se acerca demasiado al camión, y llega a detenerse por culpa de dos vehículos que preceden al Bolt, y que han comenzado la operación de adelantamiento antes que el Chevrolet posiblemente pensando que el Bolt se pararía en ese punto.
Una vez estos dos vehículos le han rebasado, espera a que pase un modelo que llega por el carril contrario, y luego logra adelantar al camión.
Una nueva demostración del potencial que sobre el papel tiene el sistema desarrollado por la filial de General Motors, Cruise, que es la encargada de desarrollar el sistema de conducción autónoma del fabricante norteamericano. Una demostración que nos muestra un resultado casi óptimo en un entorno muy complejo, y que nos anticipa que la era del coche autónomo está cada vez más cerca, aunque en el caso de GM, queda mucho trabajo a nivel de integración de los sistemas.
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