Un propietario de un Tesla Model X dotado del nuevo sistema Autopilot ha querido hacer una prueba de lo más exigente. Se ha lanzado a un viaje de 3.200 kilómetros desde Washington hasta la localidad de Naples, en Florida. Un recorrido que realizará por autovía, y donde sólo desconectará el sistema cuando tenga que acudir a un Supercargador.
Para lograrlo, además del Autopilot 2.0, este aventurero ha realizado una pequeña modificación al sistema, colocando una botella de bebida en el volante. De esa forma el ordenador pensará que hay una persona al volante en todo momento, y no se desconectará.
Ante todo decir que a pesar de no ser para nada recomendable esta prueba, el conductor avisa en el vídeo que ha estado atento en todo momento a la carretera, y su intención no era echarse una siesta o ver una película, sino simplemente saber el rendimiento del Autopilot en un trayecto de estas dimensiones.
El resultado del test no puede ser más satisfactorio, y además de completarlo el usuario indica que ha notado una importante mejora en el comportamiento gracias a las últimas actualizaciones. Algo que por ejemplo le permite lograr una conducción más precisa que mantiene el vehículo dentro del carril.
Por supuesto es una prueba que se realiza en su totalidad dentro del hábitat natural de Autopilot, como son las autovías americanas. Unas carreteras amplias y a la vista del vídeo, perfectamente señalizadas a nivel de pintura en el suelo. Algo que ha ayudado a lograr este gran resultado.
Gracias Jesús por el aviso
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