El primer coche eléctrico de Mazda tendrá tecnología propia y será independiente del acuerdo con Toyota

El director ejecutivo de Mazda, Jeff Guyton, hizo saber recientemente que los planes de la marca japonesa pasan por el lanzamiento de un coche 100% eléctrico para el año 2020. Un modelo del que se lleva mucho tiempo hablando pero del que hasta ahora no se tenía una fecha de llegada concreta, pues Mazda siempre ha sido muy ambigua respecto a sus proyectos de electrificación.

Este modelo será clave para la marca japonesa en Europa, mercado que probablemente sea prioritario frente a Japón o Estados Unidos, debido a que necesitan un vehículo a baterías para rebajar el cómputo de sus emisiones contaminantes en el viejo continente. En caso de que superen los nuevos y estrictos límites establecidos por la Unión Europea, se enfrentarán a elevadas multas.

Realmente, no se tienen demasiados datos de este modelo. En su momento, se pensó que utilizaría la nueva plataforma modular eléctrica que Mazda está desarrollando en colaboración con Toyota, Denso, Daihatsu y Subaru, entre otras empresas, pero finalmente utilizará tecnología propia de Mazda, pues la tecnología producto de la alianza con Toyota y el resto de compañías no llegará al mercado hasta dentro de unos años.

Por lo tanto, lo más seguro es que este modelo comparta plataforma con modelos ya existente, como el nuevo Mazda3. Guyton declaró en una entrevista que su objetivo es hacer que el primer coche eléctrico de Mazda no tenga un aspecto «digital», sino que parezca más «familiar». «Que no tenga aspecto de nevera».

Todavía no está claro si este modelo será un coche eléctrico standalone diseñado de forma dedicada, o si por el contrario será una versión eléctrica de un modelo ya existente. Uno de los posibles modelos sería el Mazda2, el utilitario de la marca, que en su anterior generación contó con varios prototipos dotados de mecánicas eléctricas dotadas con extensor de autonomía (es probable que el nuevo eléctrico de Mazda cuente con un extensor de autonomía opcional consistente en un motor rotativo).

Tampoco habría que descartar al nuevo y prometedor Mazda3, así como a los SUV CX-3 y CX-5, dos modelos de gran éxito que además cuentan con la ventaja de ser más altos que sus equivalentes con carrocería hatchback y sedán, lo que probablemente les permita contar con más espacio para las baterías bajo el piso. Con todo, no será hasta el año 2020 cuando podamos conocer a este modelo que será de vital importancia para el futuro de Mazda.

Fuente | Carscoops