Coches eléctricos de autonomía extendida: ¿Merecen la pena?
A pesar de que los coches eléctricos llevan ya bastante tiempo entre nosotros y de su evolución,
todavía hay clientes que no están totalmente preparados para dar el salto a un sistema 100%
eléctrico. Es por eso que los híbridos enchufables o los eléctricos con extensor de autonomía
pueden ser una alternativa intermedia para electrificar el día a día de muchos conductores, sobre
todo debido a las constantes subidas del precio del barril de brent que han disparado el precio
de los carburantes.
La oferta de coches eléctricos se ha disparado, pero o así la red de recarga que en lugares como
España está todavía muy por debajo de los mínimos para dar una seguridad incluso a los menos
entusiastas. Eso a pesar de que cada vez más aseguradoras ofrecen la posibilidad de contratar un
seguro de coche eléctrico que además de contar con las coberturas propias del resto de
vehículos, cuentan con cláusulas especialmente pensadas para los imprevistos que puedan
darse durante el uso de un coche eléctrico.
Pese a todo, son muchos los conductores que están interesados en una alternativa que les
permita moverse con electricidad en el día a día, pero al mismo tiempo no les haga depender de la
red de recarga y puedan además afrontar grandes desplazamientos sin tener que hacerlo de una
forma planificada. Pero muchos todavía desconocen las opciones existentes dentro del mercado
de vehículos eléctricos. ¿Qué tipos de coches eléctricos hay? ¿Qué ventajas tiene cada uno? ¿Cuál es más rentable a largo plazo?
Tipos de coches eléctricos
Actualmente existen diversos tipos de coches eléctricos, incluyendo los eléctricos puros, así como
los eléctricos con extensor de autonomía, y los híbridos enchufables. La principal diferencia entre
los dos primeros es que uno cuenta con un motor de combustión como respaldo, mientras que los
últimos el motor de combustión también participa en la propulsión del vehículo.
- Existen principalmente tres tipos:
Los coches 100% eléctricos, también conocidos por sus siglas BEV (Battery Electric vehicle) son
los que actualmente dominan el mercado. Se recargan a través de una fuente eléctrica externa y
no cuentan con ningún sistema de combustión. - Los coches eléctricos de autonomía extendida EREV (Extended Range Electric Vehicle) tienen
una autonomía mayor que la de los coches 100% eléctricos. Pese a ser menos comunes que
estos, son una opción muy interesante por algunas de las ventajas que presentan como el poder
ampliar la autonomía usando el depósito de gasolina, que podremos rellenar en unos segundos en
cualquier gasolinera. Entre sus puntos flacos está que su precio suele ser mucho más elevado, la
dependencia del mantenimiento del motor gasolina. - Los híbridos enchufables, PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) son una configuración
intermedia donde un motor de combustión, habitualmente gasolina aunque también hay alguna
alternativa diésel, trabaja de forma conjunta con un motor eléctrico. Este último puede mover el
vehículo de forma independiente gracias a una batería, pero su autonomía hasta ahora ha estado
entre los 50 y los 80 km de media. Tampoco cuentan con un sistema de carga muy importante,
siendo la mayor parte de 3 kW, unas cuatro horas para una carga completa, con algunos
montando un cargador interno de 7 kW.
¿Qué son los coches eléctricos de autonomía extendida?
Los coches EREV, al igual que los híbridos, cuentan con un motor de combustión que se
combina con el motor o motores eléctricos. Pese a ello, no se consideran híbridos por el hecho de
que el motor de combustión no impulsa por sí solo el coche, sino que simplemente genera
energía que alimenta las baterías del motor eléctrico, cuando éstas tienen poca o ninguna
carga.
Ventajas de los coches eléctricos de autonomía extendida
La principal ventaja de este sistema es la reserva de emergencia que supone este pequeño
motor de combustión. Debido a su carácter suplente, la capacidad del depósito de gasolina es
pequeña, pero su eficiencia es alta. Esto se debe a que su función es la de recargar la batería, y
por tanto, este motor de combustión funciona a un régimen constante.
A su vez, presenta todas las ventajas de un coche 100% eléctrico: Menor rozamiento y
desgaste, ahorro en caja de cambios, transmisión, etc. Por supuesto, también cuenta con la
etiqueta Cero otorgada por la DGT.
¿Vale la pena comprar un coche EREV?
Pese a que el motor de combustión que incorpora implica una ligera emisión de CO2 y gasto en
combustible, estos son muy bajos, especialmente si se evita descargar la batería hasta los niveles
en los que el motor de combustión es necesario.
Estos vehículos son muy eficientes y su alto rendimiento los hace una opción a tener en cuenta
a la hora de optar por un coche eléctrico. Son, en definitiva, especialmente interesantes para
aquellos usuarios que busquen una mayor autonomía, con todas las ventajas de los coches
eléctricos y sin depender por completo del motor eléctrico.
El principal problema de esta alternativa, además del precio, es que apenas hay oferta en el
mercado. Tenemos que buscar en la segunda mano para encontrar propuestas como el BMW i3 o
el Opel Ampera, o su hermano el Chevrolet Volt. Pero ahora los fabricantes chinos están
trabajando este sector y podrían comenzar a recuperar la idea en Europa a corto plazo