Baterías de flujo. Seguras, baratas y con 400 kilómetros de autonomía
Promesas de baterías revolucionarias hay muchas. Este año hemos visto decenas de investigaciones que prometen llevar la autonomía de los coches eléctricos hasta el infinito, y más allá. Podemos recordar las baterías de litio-azufre, que añadiendo grafeno nos proponen autonomías elevadas y una vida útil más allá de la del propio coche.
La última noticia nos llega de la mano del programa de Proyectos de Investigación Avanzada Agencia de Energía del gobierno americano (ARPA-E). Se trata de un trabajo del Instituto Tecnológico de Illinois que trabaja en un sistema de baterías de flujo, capaces de recargarse como un coche de gasolina. Además de todo esto, los investigadores aseguran que tendrán en una vida útil de más de 1.500 ciclos, una autonomía de 800 kilómetros.
Estas baterías nada tienen que ver con las micro-baterías que hemos visto a principios de año. En esta ocasión la idea es utilizar una batería basada en un electrolito acuoso. Este sistema permitirá a los diseñadores poder dar forma a los coches sin tener que preocuparse por donde irán colocadas las baterías, ya que estas podrán ir en prácticamente cualquier zona del coche.
La clave está en que los los electrodos no se bañan en electrolitos. Estas baterías almacenan la energía química en tanques externos en vez de dentro del recipiente de la batería formado por nanoparticulas que logran incrementar la capacidad del electrolito. Esta separación hace que la reacción química sea más segura y nos permita por ejemplo, instalar las baterías en las puertas sin temor a que un coche provoque una reacción.
Otro de los principales logros de este desarrollo es que ha conseguido aumentar la densidad energética, habitualmente muy baja en este tipo de baterías de flujo y con la que esperan conseguir cientos de kilómetros con cada depósito, y con tiempos de recarga similares a los de un coche con motor de combustión.
El objetivo es crear baterías con más de 400 kilómetros de autonomía, al mismo tiempo que se reduce el impacto de las recargas rápidas en la vida útil de las mismas. Este proyecto cuenta con el apoyo del Departamento de Energía de los Estados Unidos que ha financiado las investigaciones con 3.4 millones de dólares, y que nos permiten acercarnos un poco más al sueño de baterías con mayor capacidad, con mayor longevidad, y más económicas, el «hit combo» que permitirá despegar al coche eléctrico.
Vía | Anl.gov