Durante una conferencia, Bob Carter, vice presidente de Toyota en Estados Unidos, ha afirmado de forma oficial que repostar un coche a hidrógeno tendrá un coste de unos 50 dólares para unos 480 kilómetros.
Esto supone un coste de casi 10 dólares cada 100 kilómetros. Una cifra que supone duplicar el coste que tendría ese mismo recorrido con un Toyota Prius enchufable. Incluso es superior al coste de moverse con un coche gasolina, con un consumo de 9 litros cada 100 kilómetros, en California, donde la gasolina es más cara, y donde se sitúan la mayor parte de las hidrogeneras norteamericanas.
De momento las tarifas y el despliegue están en una fase inicial, por lo que tenemos que coger estos datos con cuidado, a pesar de que ha sido el directivo de la propia Toyota el encargado de publicarlo. Según los informes del gobierno americano, los precios del hidrógeno podrían bajar a medio plazo hasta los 30 dólares para los mismos 480 kilómetros, aunque son estimaciones sin ninguna confirmación.
Con este dato sobre la mesa, y con el fuerte despliegue de los modelos 100% eléctricos, los coches a hidrógeno lo tendrán más difícil para convertirse en una alternativa. Una tecnología que para su despegue necesita la expansión de una red de distribución de hidrógeno, que a día de hoy no se sabe quien afrontará.
Por lo tanto, hasta dentro de cinco o diez años no veremos un escenario propicio para los modelos dotados de una pila de combustible. Un periodo que parece demasiado largo y durante el cual los modelos eléctricos e híbridos enchufables aprovecharán para mejorar sus puntos flacos, como es la autonomía, tiempos de recarga, y también por supuesto, el precio.
Hasta entonces, tal vez la mejor opción sea seguir el modelo Hyundai, y ofrecer el coche en venta o leasing, con una tarifa que incluya repostajes ilimitados y gratuitos. Una fórmula que puede ayudar a expandir esta tecnología.
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