A finales del año pasado el fabricante Chino BYD, famoso por sus copias descaradas de modelos europeos además del logo de BMW, sacó por sorpresa el primer híbrido “enchufable” a la venta. Cuatro meses después solamente 80 unidades han encontrado comprador, y en su mayoría son agencias gubernamentales y ayuntamientos.
El por que de este ridículo número, comparado con las 20.000 unidades que solamente en el mes de marzo ha vendido su versión gasolina, se encuentra en su astronómico precio para el poder adquisitivo de los Chinos. Los 16,400 euros son un obstáculo insalvable para la mayor parte de los compradores y su mercado se limita a las diferentes administraciones públicas.
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El presidente ejecutivo de BYD, Wang Chuanfu, ha asegurado que esperan bajar el precio hasta los 12,000 euros en caso de conseguir aumentar la capacidad productiva, pero es algo muy difícil si tenemos en cuenta que solamente está disponible en el mercado Chino, una exportación a otros países podría ayudar a lograr ese objetivo.
El BYD F3DM es un vehículo donde el motor principal es el eléctrico, el gasolina, que no está conectado a la tracción, hace de generador y solamente entra en acción cuando las baterías se agotan. Puede recorrer hasta 100 km con la energía de sus baterías y puede ser recargado en un enchufe de casa.
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Según informa BYD, la vida útil de las baterías, que no son de litio por cuestiones económicas, es de unas 2,000 recargas y que esa cantidad nos permitiría recorrer unos 600,000 kilómetros. Se le espera en Europa para el año 2011, ya que de momento no se adapta a la dura normativa europea en cuanto a la protección de los ocupantes ni de los peatones.
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