Tradicionalmente Alemania ha sido un mercado muy difícil para los fabricantes extranjeros por la fidelidad de los germanos para con sus marcas, una fidelidad que se ve reflejado en que entre los 10 primeros modelos que más venden, 9 son fabricados en Alemania y colándose sólo el ultra económico Dacia Sandero.
Pero esta lealtad parece que está a punto de romperse con el desembarco de Tesla, el fabricante norteamericano que de la mano del Model S prepara la apertura de 4 tiendas en tierras teutonas, además de la creación de una importante red de supercargadores que permitirá a los propietarios moverse por las Autobahn a los mandos de su eléctrico.
Según Bryan Batista, jefe de Tesla en Europa, los grandes fabricantes alemanes dominan las ventas, pero esperan hacer cambiar de opinión a una importante cantidad de clientes que verán en el Model S algo diferente que no podrán encontrar en sus concesionarios habituales, una pieza de tecnología que incluso después de las presentaciones de Frankfurt continúa en la cabeza del pelotón a nivel técnico ya que sólo los exagerados Mercedes SLS eléctrico y Porsche 918 Spyder podrían hacerle sombra en algún aspecto, modelos que saldrán a la venta con un precio entre 4 y 8 veces más elevados que el Tesla.
Según Batista, el estatus de nuevo en el mercado le proporciona una cierta ventaja y facilita su expansión por Europa donde están preparando la apertura de un total de 15 nuevas tiendas que harán un total de 20 puntos de venta en el viejo continente, una cifra que seguirá creciendo el próximo año mientras que los grandes fabricantes continúen con su escepticismo hacía el coche eléctrico, una indiferencia que está permitiendo a Tesla hacerse con un mercado con todo el futuro por delante.
Tal es el impacto que Tesla está teniendo entre los fabricantes europeos, que incluso Volkswagen ha admitido que han adquirido tres unidades del Model S para examinarlos, y según el presidente del grupo germano, Martin Winterkorn, el diseño es realmente inteligente y se merecen todo nuestro respeto teniendo en cuenta que no cuentan con experiencia en la fabricación de coches.
Vía | Washingtonpost
