El pasado mes de marzo, se presentaba en el salón de Ginebra el nuevo Renault Twingo. Una flamante versión, que llega de la mano de un diseño muy atractivo, y que contaría con una versión eléctrica entre la oferta de motorizaciones disponibles.
El problema es que las ventas de eléctricos en Renault no marchan demasiado bien. Esto ha provocado que la versión impulsada por electricidad del urbano francés, haya sido retrasada indefinidamente.
Como recordamos, la nueva versión del Renault Twingo, ha sido un desarrollo conjunto entre Daimler y la propia Renault. Una plataforma diseñada para albergar tanto un sistema de propulsión convencional, como uno eléctrico.
Pero las cifras mandan. El objetivo del grupo Nissan-Renault, de lograr vender 1.5 millones de coches eléctricos para el 2016 queda muy lejos. Renault apenas ha logrado colocar 19.093 unidades el pasado año. Unas cifras enormemente distantes, que obligará al fabricante galo a tomar algunas decisiones.
Como decimos, una de las más importantes será la congelación del proyecto Twingo eléctrico. Una decisión con una cierta lógica, si tenemos en cuenta que a nivel de tamaño, estaba bastante cerca del ZOE, algo que supondría solapar ligeramente un modelo con el otro. Pero no ha sido la única. El Renault Fluence ZE también ha desaparecido de la oferta, algo que a medio plazo podría seguir el Twizy, que ha visto como sus ventas se derrumbaban de forma importante año tras año.
La otra gran decisión es la relacionada con la política del «hijo único de Renault». El alquiler de baterías como única alternativa ha podido ser el gran obstáculo para lograr cifras de ventas mayores. No por que sea una mala solución, si no por que es un formato muy mal planteado, y de difícil de explicación a los menos entusiastas.
Un sistema donde el comprador se hace en propiedad con el coche, pero debe firmar un alquiler eterno por la batería. Algo que unos comerciales poco motivados para la venta de los eléctricos, no han sabido, o no han querido, explicar correctamente a unos clientes que en la mayor parte de los casos, han salido confundidos o desilusionados del concesionario.
La clave de todo esto la tendremos en unos días. Nos la proporcionará Noruega, donde Renault se ha visto forzada a lanzar el ZOE sin alquiler de batería. Un mercado que supondrá un termómetro, para saber si el alquiler es o no es el verdadero problema de las bajas ventas de este modelo.
Vía | Bloomberg
