Respondiendo al desafío del gobierno francés, Citroën se ha sumado a Peugeot y Renault con la presentación de su propio híbrido. Un prototipo bautizado con el interminable nombre de Citroën C4 Cactus Airflow HybridAir 2l.
Este desarrollo se basa en el C4 Cactus de serie, al que han sometido a una terapia para mejorar sus capacidades. Se ha reducido su peso, en unos 100 kilos respecto al modelo de serie. También se ha modificado la aerodinámica, con la inclusión de difusores activos, capaces de modificar su posición según la velocidad a la que nos movamos, o un difusor trasero que reduce las turbulencias. Todo esto permite alcanzar una mejora aerodinámica del 20% respecto a las cifras del modelo de serie. Remata el proceso unos retrovisores más pequeños, y un juego de neumáticos especialmente diseñados para este modelo. Unas gomas de 19 pulgadas de mínima resistencia a la rodadura.
Para el sistema de propulsión, Citroën ha optado por instalar un formato presentado en el pasado salón del automóvil de Ginebra. Denominado Hybrid Air, consta de un motor gasolina asociado a un sistema hidráulico desarrollado por Bosch. Este funciona gracias a la combinación de dos sistemas hidráulicos, un acumulador de presión y un tanque de reserva. Tanto el acumulador como el tanque de reserva contienen aceite y gas, que puede ser por ejemplo nitrógeno, y que no entran en contacto entre ellos en ningún momento.
Durante su funcionamiento los sistemas hidráulicos presionan el gas que acumula esta energía como si se tratase de un muelle. El sistema alcanza presiones de 300 bares y la cantidad de energía acumulada dependerá del tamaño de los tanques.
En la práctica, el conductor podrá optar por tres modos de conducción. El modo Aire, en el que el motor de aire comprimido sustituye totalmente al motor de gasolina, y que nos permite movernos sin emisiones. El modo gasolina, en el que sólo funciona el motor gasolina, un Pure Tech de tres cilindros y 82 caballos de potencia. El tercer modo es un modo híbrido, que permite sumar la potencia dle motor gasolina y el hidráulico.
El resultado es un híbrido, no enchufable, capaz de alcanzar un consumo medio de sólo 2 litros cada 100 kilómetros. Una arriesgada propuesta de Citroën, que argumenta que el sistema hidráulico permite una fabricación mucho más económica que los sistemas híbridos por baterías, al utilizar materiales mucho más habituales en el mercado.
Un prototipo que por otro lado, de momento no hay planes para su lanzamiento a un mercado que parece estar dando la espalda a los híbridos no enchufables, y a donde Citroën parece que no llegará ni tan siquiera tarde, simplemente no llegará. Un desarrollo que parece pensado para recibir un sistema eléctrico, o al menos uno enchufable que le permita aprovechar su elevado nivel de eficiencia.
Vía | Citroën