La pasada semana Tesla presentaba uno de sus proyectos más atrevidos e interesantes dentro de su Plan Maestro. Un sistema que permitirá a los propietarios de un Tesla que su coche funcione como un taxi privado, pero funcionando de forma autónoma.
De esa forma el propietario podrá dejar al coche trabajando cuando se va da vacaciones o no vaya a usar el vehículo, pero al mismo tiempo no dejará que nadie lo conduzca por el. Será el propio sistema autónomo el que se encargue de todo. Algo que como recordamos, sólo será posible cuando el sistema haya llegado a su máximo nivel, el 5. Entonces el coche podrá ocuparse del 100% de los desplazamientos, y de esa forma, podrá trabajar como un taxi.
Pero una vez superadas las preguntas técnicas, queda por saber como será el reparto de estos ingresos. Como recordamos, en servicios como UBER la comisión de la plataforma varía entre el 20 y el 30%. Preguntado sobre este extremo, Elon Musk ha respondido que «La mayor parte de los ingresos serán para el propietario«. Sin entrar en porcentajes.
También está el tema de la competencia con la propia UBER y los otros sistemas de taxi privado. Según Elon Musk, no es una batalla entre Tesla y UBER. Es la gente contra UBER.
La cuestión es que antes o después esto que nos suena a ciencia ficción se convertirá en una realidad. Un escenario donde la oferta de transporte se multiplicará, y donde la competencia por los pasajeros se agudizará. Si para sectores como el del taxi UBER es un problema, este no será nada comparado con la avalancha de vehículos eléctricos capaces de trabajar sin la necesidad de un conductor.
Por supuesto, es de esperar que las administraciones se posicionen para limitar o intentar legislar en la medida de lo posible esta tendencia. Pero está claro que antes o después tendrán que ceder ante la imposibilidad de los sistemas tradicionales de competir a nivel de costes con unos coches eléctricos, y autónomos.
Algo de lo que son conscientes en UBER, que ya están trabajando en su propia flota de coches autónomos, con una primera fase de pruebas que han puesto en marcha en la localidad norteamericana de Pittsburg, y que han acompañado con la adquisición de los especialistas en conducción autónoma Otto.
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Vía | Electrek
