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Ahora no Permitir

La industria petrolera sigue invirtiendo dinero en luchar contra el coche eléctrico

Podríamos pensar que después de muchas décadas luchando contra el coche eléctrico, la industria del petróleo se había cansado y daba la guerra por perdida ante el avance imparable de la tecnología. Incluso hemos visto como grandes petroleras, como Shell o BP, se sumaban a la nueva era con las primeras inversiones en el despliegue de puntos de recarga en sus estaciones de servicio.

Pero nada más lejos de la realidad. Todavía podemos ver como la industria del oro negro continúa financiando campañas que buscan crear confusión entre los consumidores, indicando por ejemplo que la llegada masiva de coches eléctricos supondrá un incremento importante de las emisiones contaminantes en todo el mundo.

Por ejemplo, podemos leer un curioso artículo publicado en la revista Político, donde se indica que el coche eléctrico realmente no es una solución para la reducción de emisiones, ya que supondrá un incremento de la producción eléctrica mediante fuentes como el carbón. Algo que según el artículo, tendrá como resultado más emisiones que las registradas por un coche gasolina.

Por supuesto desde Político se olvidan mencionar el incremento en el mix energético de las energías renovables. También que las emisiones de un eléctrico las cuentan desde el origen de su energía, algo que no hacen con un gasolina cuyas mediciones se realizan con lo que sale de su tubo de escape, y normalmente en condiciones óptimas de funcionamiento.

Tampoco se menciona que el autor del texto, Jonathan Lesser, es un conocido consultor de energía que trabaja para el Manhattan Institute, fundado por la petrolera Exxon.

Para su artículo ha seleccionado los datos de la Administración de Información Energética (EIA) que indica que para el 2050 el carbón todavía producirá el 22% de la electricidad en Estados Unidos. Una cifra realmente pesimista a 32 años vista, sobre todo si vemos la evolución de esta tecnología que ha visto caer su cuota de mercado en Estados Unidos del 51% en 2008, al 31% en 2016. Algo que nos indica que en 2050 más que posiblemente habrá desaparecido.

El redactor del artículo admite que incluso con estas suposiciones conservadoras, las emisiones de contaminación de los coches eléctricos serían al menos un 70% más bajas en 2050 que las de los modelos gasolina. Devalúa este resultado diciendo que «las reducciones de la contaminación no tendrán impacto en el clima» porque es un cambio demasiado pequeño respecto a la totalidad de la producción con fuentes sucias en Estados Unidos.

Pero este argumento podría aplicarse a cualquier esfuerzo individual para reducir la contaminación. De hecho, el transporte actualmente representa cerca del 30% de la contaminación de los Norteamérica, por lo que pocos dudan que cambiar a hacía formas más sostenibles es un paso crítico para abordar la gran contribución de países como Estados Unidos a la lucha contra el cambio climático.

Por supuesto en el artículo no se menciona que las emisiones relativas a la producción de la electricidad usada por un coche eléctrico, dependerá de la zona en la que se mueva ese coche. En España por ejemplo en 2016 se logró llegar al 40,8% de producción con renovables. Cifras a las que habría que sumar la nuclear, sin emisiones contaminantes directas. El pasado mes de mayo renovables+nuclear sumaron un total del 67.2% del mix en nuestro país. Y eso a pesar de las zancadillas del anterior gobierno a las renovables.

Argumentos que no se suelen mencionar en estos artículos pagados por las petroleras, y que buscan ralentizar como sea la expansión de unas tecnologías que han roto el dique, y se expanden sin posibilidad de parada.

Vía | Politico

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