The Stig se sube al Lucid Air Sapphire en Nürburgring y no hay vuelta atrás: es otro nivel

El Lucid Air Sapphire, la versión más radical de la berliana eléctrica, ha pasado por las mano del mítico Stig. El conductor misterioso de la era dorada de Top Gear que se ha metido al infierno verde de Nürburgring para poner a prueba las prestaciones de este modelo con más de 1.000 CV de potencia, y que es mucho más que rápido en línea recta.

The Stig se sube al Lucid Air Sapphire en Nürburgring y no hay vuelta atrás: es otro nivel
The Stig se sube al Lucid Air Sapphire en Nürburgring

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Publicado: 15/08/2025 10:37

El Lucid Air Sapphire ha vuelto al mítico trazado de Nürburgring, y lo ha hecho en el marco de un evento especial en el Nordschleife, con un invitado de lujo, el piloto Misha Charoudin, conocido como el Stig de Top Gear, y que ha puesto a prueba a fondo las capacidades del Sapphire en un entorno exigente y sin concesiones.

La unidad de pruebas contaba con neumáticos Pirelli Trofeo RS desarrollados específicamente para Lucid, y los imprescindibles frenos cerámicos. Entre los cambios de este nuevo modelo está una pequeña mejora aerodinámica en el frontal, que ahora es ligeramente más pronunciado, y además añade espejos en fibra de carbono, techo de aluminio en lugar del habitual techo panorámico y un alerón trasero que ayuda a estabilizar el coche en altas velocidades. Todo ello complementado con un sistema de vectorización de par trasero, que permite un paso por curva como por railes en, no olvidemos, una berlina familiar de cinco metros y enormes maleteros, tanto el trasero como el delantero, que llega a los 202 litros nada menos.

El interior, como es habitual en este modelo, estaba acabado en Alcantara, incluidos el volante y los asientos, que también han sido modificados respecto a la versión de serie para ofrecer un mejor agarre en conducción deportiva. La presencia de modos de conducción específicos para circuito, como el "Endurance" o el "Hot Lap", permite ajustar parámetros como la regeneración de energía, la intervención del control de tracción o incluso activar toda la potencia disponible.

The Stig se sube al Lucid Air Sapphire en Nürburgring y no hay vuelta atrás: es otro nivel

Hablamos de una bestia parda de 920 kW (1.250 CV), y un par motor brutal que se transmite de forma instantánea gracias a sus tres motores eléctricos. Pero más allá de los números, lo que impresiona es la forma en la que entrega esa potencia: sin desfallecimientos, sin pérdidas de tracción y con una respuesta constante y controlada vuelta tras vuelta.

Durante la sesión, Stig destacó la importancia de calentar adecuadamente los neumáticos, ya que con los Trofeo RS fríos, el coche tiende a deslizarse en exceso. Sin embargo, una vez en temperatura, la confianza en el eje delantero y la capacidad de tracción son absolutas. Ben Collins, como pasajero, comentó la suavidad del chasis y la excelente puesta a punto, incluso en las zonas más bacheadas del circuito.

Uno de los momentos más espectaculares llegó al final de la recta principal, donde el Lucid alcanzó los 311 km/h, superando su anterior marca en mojado (285 km/h) y confirmando que, al menos en línea recta, pocos eléctricos pueden plantarle cara.

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Además, el comportamiento dinámico no se ve comprometido por el peso del conjunto, gracias al bajo centro de gravedad que proporciona el pack de baterías y al eficaz trabajo de suspensiones y frenos. Incluso en frenadas fuertes o cambios de apoyo, el Sapphire se muestra estable y predecible, sin transferencias de masa excesivas.

Stig también destacó la buena sensación en la entrega de potencia, así como la consistencia del sistema de frenada regenerativa en combinación con los frenos mecánicos. Una fórmula que permite mantener un ritmo alto durante varios giros sin que el rendimiento caiga de forma notable, algo poco habitual en coches eléctricos de este calibre que suelen desinflarse a las pocas curvas.

En definitiva, el Lucid Air Sapphire no es solo una berlina amplia, potente y familiar, además de eficiente y con carga ultrarrápida. Es también una máquina pensada para disfrutar en circuito, con un nivel de refinamiento técnico que muchos deportivos de combustión aún no han alcanzado.

Eso si, un modelo que no es precisamente barata, 250.000 euros, pero que es una pieza única de ingeniería capaz de ofrecer sensaciones de hiperdeportivo, pero con un conjunto más polivalente perfecto para el día a día, o para darlo todo en Nürburgring.

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