¿Por qué los coches eléctricos están teniendo tanto éxito en Noruega?
Si hay un mercado donde la demanda de vehículos eléctricos sea verdaderamente elevada a día de hoy, ese es el noruego. Alrededor de un tercio de los coches nuevos vendidos en el país nórdico en 2018 fueron eléctricos, y la demanda es tan alta que fabricantes como Hyundai se están viendo en dificultades para poder satisfacerla. Las ventas de coches eléctricos de segunda mano también están siendo relativamente elevadas.
La demanda de híbridos enchufables por su parte también es verdaderamente importante en Noruega, pues han llegado a suponer más del 50% de las ventas combinados con los eléctricos puros algunos meses. Esta situación se debe principalmente a que el gobierno noruego lleva ya años intentando aprovechar el hecho de que el 98% de la energía eléctrica que producen sea de origen renovable. Así, el país ha tratado de enfocarse en la descarbonización de sectores como el del transporte, que actualmente produce el 17% de las emisiones contaminantes de Noruega.
Así, ya en la década de los años 90 el gobierno noruego comenzó a ofrecer incentivos para la compra de coches cero emisiones mediante exenciones fiscales, ventajas a la hora de aparcar, acceso a los carriles reservados para el transporte público, carreteras de peaje, ferries… Sin embargo, las ventas de este tipo de vehículos fueron testimoniales hasta principios de esta década, pues con la llegada de modelos con mayores autonomías como el Nissan LEAF o el Tesla Model S las ventas se dispararon rápidamente.
Sin embargo, esta realidad no se podría entender sin el hecho de que Noruega es un país con unos impuestos muy elevados para los coches térmicos (entre el 20% y el 40% según sus emisiones), lo que unido a la exención de impuestos de la que disfrutan los coches eléctricos tiene como resultado que sus precios finales son equivalentes o incluso inferiores a los de combustión. Teniendo en cuenta que uno de los principales escollos a los que se enfrentan los coches eléctricos es su elevado precio, esta situación les ha favorecido enormemente.
Por otro lado, las instituciones han invertido en la creación de una enorme infraestructura de carga pública, lo que ha permitido a los noruegos poder utilizar sus coches eléctricos sin temor a quedarse tirados, dándole a este tipo de vehículos un rango de uso muy superior al de otros países. Por lo tanto, podemos concluir que los dos puntos clave para entender el éxito del coche eléctrico en Noruega son los precios atractivos gracias a la exención de impuestos y la existencia de una amplia red de carga pública. Dos medidas que países como España probablemente deberían copiar para ver crecer más rápidamente las ventas de este segmento.