Con las emisiones de CO2 incrementando cada año debido al transporte privado en la Unión Europea, un estudio de Greenpeace destaca las medidas más efectivas para poder reducir estas emisiones mediante el uso de los coches eléctricos, cambiando la forma en la que viajamos y mejoramos el impacto medioambiental.
El informe muestra como los distintos gobiernos han utilizado restricciones al coche privado dedicadas a los coches diésel y de gasolina, sin haber tenido en cuenta el uso de los coches eléctricos. Estos requisitos solo son útiles si son restricciones de un alto nivel, con el objetivo de evitar el uso de los vehículos más contaminantes en los centros de las ciudades. Además, esto se puede evitar mediante la ampliación de la infraestructura de carga de coches eléctricos para fomentar e incentivar la implantación de este tipo de coches.
La investigación se ha llevado a cabo en el instituto ecológico de Berlín, donde se han analizado 10 medidas medioambientales de diferentes ciudades del mundo que han tenido un impacto directo en el aumento de las ventas y utilización de los coches eléctricos. El estudio ha concluido varios factores principales que ayudan a la instauración de los coches eléctricos en las ciudades con restricciones medioambientales:
- Es muy beneficioso combinar algunas medidas e ir intercambiando otras en un periodo de tiempo determinado.
- Los gobiernos deben crear ayudas y subvenciones dedicadas a la compra de los coches eléctricos para evitar la compra de coches diésel o de gasolina.
El informe se ha presentado con motivo de la cumbre contra el cambio climático que se celebrará del 20 al 21 de junio, donde se espera que los líderes políticos europeos discutan sobre el plan medioambiental a largo plazo de la Unión Europea. El informe debe verse como una parte de un proyecto más grande y largo en el tiempo que debe continuarse con otro tipo de acciones complementarias para conseguir alcanzar el objetivo común de evitar y reducir las emisiones nocivas causadas por el transporte privado tradicional la la atmósfera.
Los coches eléctricos son un importante paso adelante en la lucha contra el cambio climático, sin embargo, no significa que sean la forma definitiva de acabar con él. Los diferentes gobiernos deben encontrar una forma sostenible en cuanto a la movilidad de sus territorios, priorizando el uso de transportes públicos no contaminantes e incentivando el uso de ellos, para evitar la utilización del coche privado a menos que sea necesario.
Fuente | Greenpeace
