Pagar una suscripción por más potencia. Volkswagen se lanza al peligroso terreno de las funciones con pago mensual

Volkswagen se suma a los fabricantes que han pensado que las subscripciones mensuales para desbloquear ciertas funciones son buena idea. En este caso es una suscripción que desbloquea 27 CV extra en el ID.3. y que ha levantado mucha polémica en un momento muy delicado para los fabricantes europeos.

Pagar una suscripción por más potencia. Volkswagen se lanza al peligroso terreno de las funciones con pago mensual

1 min. lectura

Publicado: 15/08/2025 09:27

Actualizado: 15/08/2025 09:28

Las ventas del ID.3 no van precisamente muy allá, pero a Volkswagen se le ocurrido que nada mejor que agitar el debate sobre las suscripciones en los coches eléctricos, esta vez con una suscripción que tendrán algunas versiones del compacto alemán que a partir de ahora, los compradores tendrán que pagar si quieren acceder a la potencia máxima real de su motor.

No es como hacia Tesla con el Model 3, que por un pago adicional desbloqueaban unos 50 CV, lo que reducía el tiempo de aceleración de la versión Long Range Dual Motor de los 4.4 a los 3.9 segundos. Esta suponía un pago único, creo recordar que unos 1.500 euros, y no suponía más costes en la vida del vehículo.

Los modelos afectados son los ID.3 Pro e ID.3 Pro S, que llegan oficialmente con entre 150 kW (204 CV). Sin embargo, esa cifra no refleja el potencial real del sistema de propulsión. Según ha confirmado la propia marca, bajo el acelerador hay disponibles 170 kW (231 CV) y 310 Nm de par, frente a los 265 Nm que entrega de serie. Si queremos los 231 CV, tendremos que pasar por caja.

Volkswagen ID.3 (1)

Volkswagen ha llamado a este servicio "actualización opcional de potencia" y lo ofrece en forma de suscripción: 16,50 euros al mes tras un mes de prueba gratuita. Por suerte también está disponible una compra única por 649 euros, que desbloquea permanentemente la mejora, incluso si el día de mañana vendemos el coche.

Desde la marca aseguran que el aumento de potencia no afecta a la autonomía, que seguirá oscilando entre los 386 y 565 kilómetros WLTP en función de la versión y la configuración. Tampoco será necesario informar a la aseguradora del cambio, ya que el vehículo figura matriculado con la cifra máxima desde fábrica.

Podemos pensar que la suscripción o el pago único no son interesantes, pero si echamos un vistazo a los precios de una alternativa dentro del grupo Volkswagen parece más interesante. Y es que el Cupra Born en su variante e‑Boost Pack Advanced Plus, que añade los 231 CV de potencia, en la versión de 59 kWh, 427 km WLTP, parte en España desde 38.850 euros. Cifra que podemos comparar con los 34.900 euros que cuesta el Volkswagen ID.3 Pro, con 204 CV, 59 kWh y 432 km WLTP. Por lo que si añadimos ese pago de 649 euros, estaremos pagando 35.549 euros.

También podemos verlo desde otro punto de vista. Estos 649 euros nos darían para una suscripción de 39 meses. Por lo que si tenemos pensado tener el coche menos tiempo, 24 meses por ejemplo, pagaríamos 396 euros por la suscripción, ahorrando 253 euros.

Suscripciones: el modelo de negocio que viene (aunque no guste)

Volkswagen ID3 GTX (11)
Interior del Volkswagen ID.3

No es la primera vez que una marca activa funciones mediante suscripciones. BMW ya probó suerte en 2022, despertando una ola de críticas por cobrar cuotas mensuales por elementos como los asientos calefactables o el control de crucero adaptativo. Polestar, por su parte, también ofrece un paquete de potencia similar en el Polestar 2, con un planteamiento cercano al de Volkswagen.

La diferencia aquí es que se trata de potencia. De una mejora tangible en la conducción que no depende de software de confort, sino de parámetros que afectan directamente al rendimiento. El coche ya viene equipado con los componentes necesarios, pero el fabricante decide bloquear parte de sus capacidades si no se paga un extra.

Volkswagen ID3 GTX (9)

Queda por ver cómo responderán los consumidores ante este nuevo modelo comercial, y si surgirán intentos de “liberar” la potencia sin pasar por caja, algo que podría derivar en anulaciones de garantía o incluso problemas legales.

Más allá del debate ético, este movimiento refuerza una tendencia cada vez más clara: el hardware ya no es el único protagonista. El software y las suscripciones están redibujando los límites entre lo que compramos y lo que simplemente alquilamos en un coche.

¿Y vosotros qué pensáis? Buena idea o gran error?

Fuente | Autoexpress