Son muchos los conductores que en los últimos tiempos se están planteando la compra de un coche eléctrico, algo debido principalmente a las cada vez mayores restricciones a los vehículos contaminantes y a la preocupación por el cambio climático y el calentamiento global. Sin embargo, la mayoría de los potenciales compradores tienen dudas acerca de si un coche a baterías podrá cubrir sus necesidades en escenarios como viajes largos.
Por un lado, está la (por el momento) limitada red de carga rápida del país, que hace que algunos usuarios teman no contar con infraestructura para cargar su coche fuera de casa. Un aspecto que entre finales de 2019 y principios de 2020 se solucionará gracias a las amplias redes de carga de Iberdrola, IONITY, Easycharger-Nissan, Endesa o CIRVE, a las que habría que sumar las impulsadas por los propios gobiernos regionales.
Dicho de otra forma, para el año que viene la Península Ibérica estará cubierta por una completa red de puntos de carga rápida, los cuales se situarán en las principales vías del país y permitirán viajar cómodamente en un coche eléctrico. Por otro lado, está la problemática de la autonomía y los tiempos de carga. ¿Dispone un coche eléctrico de la suficiente autonomía para viajar? ¿Serán mis viajes mucho más largos con un coche eléctrico?
Con la proliferación de coches eléctricos con cada vez más autonomía (el Renault ZOE Z.E. 50 llega a 390 km WLTP, el Hyundai Kona Eléctrico de 64 kWh a 449 km WLTP, el KIA e-Niro 150 kW a 455 km WLTP, y el Tesla Model 3 Long Range Dual Motor a 560 km WLTP), el primer problema se soluciona; mientras que con la carga rápida, los tiempos de carga son cada vez más reducidos.
¿Cómo es un viaje en un coche eléctrico comparado con un modelo de gasolina o diésel equivalente? Podemos utilizar tres vehículos similares para compararlos: el Hyundai Kona Eléctrico de 64 kWh, el Hyundai Kona 1.6 T-GDi, y el Hyundai Kona 1.6 CRDi, con 204 cv, 177 cv y 136 cv respectivamente, siendo estos bloques los tope de gama de cada tipo de propulsor dentro de la oferta del B-SUV coreano.
De acuerdo con los datos de Spritmonitor, el consumo medio real del Kona Eléctrico es de 15,27 kWh a los 100 km recorridos, frente a los 8,32 litros del gasolina y a los 5,55 litros del diésel. Para el recorrido, vamos a utilizar un trayecto Madrid-Valencia por la A3 (356 km). Todos los coches salen con su máxima autonomía (llenar la batería del eléctrico cuesta 5,12 euros con una tarifa supervalle de 0,08 euros/kWh; en el caso del gasolina nos vamos a 67,95 euros por su depósito de 50 litros y el precio de la gasolina 95 a 1,359 euros/litro; y en el diésel a 62,15 euros al estar el diésel A a 1,243 euros/litro).
En el caso del Kona Eléctrico, habría que realizar una parada a mitad de camino (hemos seleccionado la estación de carga del área de servicio El Tebar, a 188 km de Madrid y con carga rápida CCS Combo 2 a 50 kW de potencia, la cual debería activarse a lo largo del verano como parte del proyecto E4ALL de la empresa Wenea Mobile Energy).
En un principio, el vehículo estaría al 55% de carga, por lo que se tardaría apenas 19 minutos en llegar al 80%. Por el momento se desconoce el precio de la recarga en este punto, pero tomando como referencia los precios de otros establecimientos, nos costaría unos 4,8 euros (0,30 euros el kWh). Los dos modelos térmicos tendrían que parar unos 10 minutos a pesar de no repostar para que el conductor estire las piernas y beba algo, como indica la DGT que se debe hacer cada dos horas.
Una vez en Valencia, los coches de gasolina y diésel llegarían con un 40% y un 60% de su autonomía respectivamente, mientras que el eléctrico con un 60% de su rango. El coche eléctrico llegaría unos 10 minutos más tarde que los otros dos vehículos. El viaje nos habría costado 8,13 euros en el coche eléctrico (45% de la carga inicial + carga a mitad de camino); 40,77 euros en el gasolina; y 24,86 euros en el diésel.
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