Actualmente, se está viviendo una etapa de transición en el mundo del automóvil tras décadas en las que si bien los coches evolucionaron mucho en materias como la seguridad o la conectividad, la técnica y el modelo de ventas seguían siendo a grandes rasgos los mismos. Algo que cambiará gracias al coche eléctrico, la conducción autónoma y el auge de las ventas por Internet.
Si bien a principios del siglo XX los coches eléctricos se desarrollaron más rápido que los térmicos, al poco fueron desbancados debido a que la tecnología de las baterías de la época no permitía autonomías lo suficientemente amplias ni unas prestaciones a la altura de lo que los clientes esperaban. Esto fue así hasta los años 90, cuando algunos fabricantes decidieron recuperar este tipo de vehículos como alternativa sostenible para atajar la contaminación en las grandes ciudades.
Si bien desde entonces el desarrollo de los coches eléctricos ha sido lento, actualmente ya son considerados por gran parte de la población como la alternativa de futuro preferente a los actuales coches térmicos. La inversión en el desarrollo de nuevas baterías como el electrolito sólido y la cada vez mayor producción por parte de los fabricantes llevarán a una equiparación con los modelos térmicos para mediados de la década que viene.
Otra tecnología que se está abriendo paso actualmente es la conducción autónoma. Tras años evolucionando los sistemas de seguridad activa, las empresas tecnológicas y los fabricantes de automóviles están refinando sus sistemas de «piloto automático», gracias a los cuales no sólo se mejorará el nivel de seguridad en la carretera, sino que también se transformará el sector del transporte público y de los viajes compartidos.
En este contexto de evolución, es comprensible que se den otros cambios en la industria del automóvil, como es el caso del modelo de ventas. Con el auge de Internet y el éxito de plataformas de ventas online como Amazon, era cuestión de tiempo que los fabricantes comenzaran a ofrecer sus coches en la red. La primera empresa en comenzar a hacerlo de forma masiva fue Tesla, si bien más marcas la están siguiendo.
Es normal que aquellos compradores dispuestos a ser pioneros en la adquisición de un coche eléctrico también lo sean a la hora de comprarlo, algo que está quedando patente por ejemplo en marcas como Volkswagen, que ya ha anunciado que con el lanzamiento del ID.3 comenzará a explotar las ventas online. Muchas otras firmas están comenzando a recibir reservas con depósito para sus futuros coches eléctricos (Honda e, Peugeot e-208, Volkswagen ID.3…), otro modelo de reserva que también ha popularizado Tesla.
Esto tendrá un claro beneficio para las marcas, pues dejarán de depender de concesionarios administrados por terceros y podrán ampliar sus márgenes; además, verán mejorada su logística (un punto que Tesla ya está explotando). Los usuarios por su parte se podrán beneficiar de una experiencia mucho más cómoda, pudiendo configurar y pedir su vehículo sin salir de su casa. Sin embargo, las tiendas físicas es poco probable que desaparezcan, pues lo más seguro es que los clientes todavía quieran conocer en persona los diferentes modelos disponibles y probarlos, a pesar de que luego vayan a realizar su encargo por Internet.
