Estos son los puntos de carga que puedes usar con tu coche eléctrico

Estos son los puntos de carga que puedes usar con tu coche eléctrico
Presentado el Hyundai Kona eléctrico. Dos versiones, hasta 470 km de autonomía, 100 kW de carga y llegada a España este verano

7 min. lectura

Publicado: 19/05/2019 10:28

La carga de un coche eléctrico es probablemente el aspecto más importante que el propietario de estos vehículos vaya a tener que realizar de forma habitual. Dependiendo del uso que reciba el coche y de la autonomía total de este, tendrá que cargarse más o menos.

Un coche eléctrico puede cargarse de varias formas, y normalmente, en varios sitios distintos. Vamos a hablar de cuatro opciones de carga que hay disponibles en estos momentos, tomando como referencia un Renault ZOE 40.

Carga mediante toma doméstica

Como su propio nombre indica, es la carga que consiste en conectar el coche directamente a una toma doméstica (schuko), de las de toda la vida, en una vivienda o garaje. Esta carga tiene la ventaja de poder realizarse en cualquier sitio que disponga de una toma eléctrica estándar de 220 V, pero cuenta con la gran desventaja de que es una carga muy lenta. Esta toma limita la carga a solo 2,3 kW, que en el caso del coche que hemos tomado como referencia, llevará su batería de 41 kWh al 100% en aproximadamente 20 horas.

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Como vemos, es un tipo de carga no recomendable si lo que queremos es continuar utilizando el coche lo antes posible, aunque sí es viable si vamos a dejar el coche estacionado en el mismo lugar durante varios días sin usarlo, ya que en ese tiempo tendrá tiempo de sobra para completar la carga de la batería.

Carga mediante wallbox (punto de carga)

Este sería el tipo de carga que un propietario utilizará de forma habitual para cargar la batería de su coche eléctrico. Se conoce como wallbox, y es un punto de carga que se instala en un garaje comunitario o privado, o bien en la propia vivienda donde tengamos acceso con el coche en cuestión. Gracias a este sistema, se aumenta la potencia de carga hasta los 7,3 kW, permitiendo bajar los tiempos de carga a entre 6 y 12 horas en el coche eléctrico que hemos tomado como ejemplo de este artículo.

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Puede seguir pareciendo mucho tiempo, pero la realidad es que suele ser suficiente para el uso habitual de un coche eléctrico que necesitará cargar su batería para el día siguiente, por lo que podrá aprovecharse la noche, y el propio descanso del propietario, para llevar su batería al 100%. Hay que tener en cuenta que de esta forma también se puede aprovechar la tarifa nocturna de las empresas energéticas, haciendo que el coste por kilómetro sea mucho más competitivo. En el caso de vivir en una casa unifamiliar, no habrá que aumentar la potencia contratada.

Carga acelerada

Este es el tipo de carga más habitual que existe en lugares públicos como supermercados y centros comerciales, siendo en muchos casos gratuito para incentivar la compra en estos sitios. La gran ventaja de este tipo de carga es el de poder hacer otras tareas mientras nuestro coche eléctrico recupera unos cuántos kilómetros de autonomía.

Suelen dar potencias superiores a los 11 kW, algo que en nuestro ejemplo del Renault ZOE 40 permitirá recuperar el 50% de la batería en 2 horas si la carga se realiza a 11 kW, y media hora si se hace a 22 kW. Es un tipo de carga muy útil si nos encontramos en pleno viaje por autopista y necesitamos parar a recargar las pilas, nuestras y del coche, en alguna estación de servicio o punto de recarga público.

Carga rápida

La recarga rápida permite recuperar una buena parte de la batería en periodos muy cortos. Es un tipo de carga que no se usará en el día a día pero se hace imprescindible en los viajes y trayectos largos, especialmente por autopista, donde el coche eléctrico consume más que su equivalente de combustión interna.

Suelen estar situados en estaciones de servicio y permiten recuperar el 80% de la batería, en el caso del Renault ZOE 40, en 65 minutos cargando a 43 kW o 120 km de autonomía real en 30 minutos. Una opción muy interesante para tomar un café en una gasolinera mientras esperamos a que el coche vuelva a estar listo para emprender la marcha.

Estos puntos de carga cada vez serán más rápidos si tomamos como ejemplo la carga de red IONITY, que aún está por extender sus servicios por el territorio español. Contará con una potencia máxima de 350 kW, reduciendo los tiempos de carga a cuestión de minutos, siempre que tengamos un coche eléctrico compatible con estas potencias de carga. En estos momentos los puntos de carga de IONITY admiten hasta 150 kW.

Tesla también es un gran ejemplo, y es que su red de supercargadores cargaba originalmente a 145 kW, una de las potencias más altas que existían en su momento. Pese a ello, en la actualidad ya permiten potencias de hasta 250 kW y hay planes para continuar con su aumento.

Hay que tener en cuenta que los coches eléctricos han de, con el tiempo, ir aumentando la capacidad de carga que admiten para que así puedan utilizar puntos de carga cada vez más rápidos, haciendo la recarga de la batería una tarea rápida y sencilla para los propietarios.

Para finalizar, cabe recordar que existen herramientas para poder localizar los puntos de carga que nos puedan interesar, como la web del siguiente enlace. Aunque ya hay muchos coches eléctricos que permiten planear las rutas teniendo en cuenta el paso por puntos de carga para poder llegar sin problemas al destino final.