¿Cuántos coches eléctricos se quedan sin batería en carretera? Menos del 2%
Los coches eléctricos sufren cada vez menos la posibilidad de quedarse tirados sin carga en su batería gracias a las mayores autonomías y mejores redes de carga, pero también por el mayor conocimiento de los propietarios de sus vehículos.
El miedo por la autonomía, que muchos recordarán por su expresión inglesa «range anxiety» está pasando a la historia. Así lo indican las estadísticas, que muestran como las mejoras en las capacidades de las baterías y la expansión de las redes de carga, han permitido reducir a la mínima expresión la cantidad de usuarios que se quedan sin carga en su coche eléctrico y tienen que llamar a la grúa.
Según las estadísticas de la asociación de conductores de Reino Unido, las llamadas a los servicios de ayuda en carretera por parte de los conductores de coches eléctricos que se quedan sin batería han alcanzado su nivel más bajo histórico, cayendo a menos del dos por ciento.
Las cifras, reveladas en el Foro de Transporte y Energía de la Universidad de Warwick, muestran que los incidentes de falta de carga ahora representan solo el 1,85% de las «averías» relacionadas con los vehículos eléctricos.
La tendencia refleja patrones similares observados en Noruega, que tiene la tasa de adopción de vehículos eléctricos más alta de Europa. La disminución de la falta de carga ha vivido un cambio drástico respecto de 2015, cuando el 8,26% de las llamadas a los servicios de carretera por parte de los usuarios de coches eléctricos se debían a baterías sin carga.
Los datos de la AA muestran una tendencia descendente constante durante la última década, con solo aumentos menores registrados en 2017 y 2019.
La proporción cayó del 7,12% en 2016 al 6,83% en 2018, antes de caer más drásticamente al 4,89% en 2020, 4,28% en 2021, 3,72% en 2022, hasta llegar al 2.23% de 2023 y el 1.85% de este 2024.
Este año la cifra según la asociación británica se está colocando por debajo del 2%, con tendencia a colocarse a la altura de los coches con motor de combustión, que está ligeramente por encima del 1%, en unas estadísticas donde se incluyen tanto los coches que se han parado por falta de carga, como aquellos cuyos conductores temen no poder llegar al siguiente punto de carga y han parado de forma preventiva.
Esto supondría que en apenas ocho años, la tasa de llamadas a los servicios en carretera por pérdida de autonomía se habría reducido un 80%, lo que evidencia la evolución tan importante que está viviendo la tecnología, su infraestructura, pero también el cada vez mayor conocimiento de los conductores de las características y límites de sus coches eléctricos.
Uno de los datos más curiosos es que, dentro de los motivos de que se pare un coche eléctrico, el 30% de las veces la razón es una que comparte con los modelos con motor de combustión, ya sean un problema en los neumáticos o la batería de 12V.
También destacan que algunas llamadas registradas como «avería» realmente son problemas en las estaciones de carga, cuando la toma de carga se atasca y no deja liberar el cargador del vehículo.
Factores que nos indican que la tasa de fallos real posiblemente esté ya por debajo del 2%, y con tendencia positiva que hará que quedarse sin carga en la carretera sea cosa del pasado incluso en los casos más complejos.