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Según Fastned, el coronavirus ha reducido un 70% las recargas, pero espera una rápida recuperación del mercado por la transición eléctrica

El operador holandés Fastned ha presentado las cuentas del 2019. Unos números que marcaban un importante crecimiento en cuanto a clientes e ingresos y que ha supuesto mejorar las cifras de ganancias un 175% respecto al año anterior. Una marcha que ahora se ha frenado por culpa del coronavirus que ha dejado a mucha gente en casa y que ha derrumbado el número de sesiones.

Según el director ejecutivo de Fastned, desde el inicio de la crisis el número de recargas ha caído un 70%. Algo que supone un freno a una excelente marcha que el pasado año supuso lograr alcanzar los 42.800 clientes, entregando 8 GWh de electricidad y con unos beneficios de 4.5 millones de euros. Y eso en plena expansión y actualización de su red de carga rápida.

Para el máximo responsable de Fastned, Michiel Langezaal, la reducción provocada por el coronavirus ha sido intensa, y esperan se mantenga durante unos meses ya que la gente se quedará en casa. Algo que afectará de forma intensa a las redes de recarga públicas.

Pero al mismo tiempo indica que las medidas de recuperación e incentivos económicos que están poniendo los países, permitirá una rápida recuperación, lo que supondrá reducir el impacto del COVID-19 a medio y largo plazo.

Según el Sr Langezaal «Estos paquetes de estímulo ayudarán la transición energética. Los nuevos coches eléctricos saldrán a la carretera. Se han construido líneas de montaje para ellos y se han asegurado los suministros de baterías. Algunos se retrasarán, pero eventualmente llegarán. La transición a la movilidad eléctrica no se detendrá repentinamente. Nuestro mercado continuará creciendo«.

Opinión

Precisamente el directivo de Fastned toca una de las claves. Los estímulos públicos llegarán para tratar de arrancar el motor de Europa, y donde el sector de la automoción tendrá un especial protagonismo por su fuerte presencia industrial. Un sector que espera recibir ayudas desde la UE para reiniciar lo antes posible la actividad tanto para atender un mercado interno que necesitará tiempo para recuperarse, como también para atender el potente canal de las exportaciones.

Las marcas tienen las inversiones en vehículos eléctricos realizadas, o en una fase ya muy avanzada como para cancelarlas, y además la transición energética no se detendrá. Una oportunidad única de la UE para acelerar una transformación de sus fabricantes de coches hacia formas de movilidad más sostenibles y de futuro, tanto en el plano del coche eléctrico, como del resto de formas de transporte, autobuses, camiones, aviones…etc, y también la tecnología que va pareja, como los sistemas de conducción autónomos.

Una fase en la que la distancia social pasará a formar parte de nuestro vocabulario, y donde muchas personas preferirán usar un sistema de transporte personal antes que regresar a los transportes públicos, y donde coches, bicicletas y motos eléctricas podrán ofrecer alternativas para solucionar este aspecto, pero sin disparar las cifras de emisiones contaminantes.

Fuente | Fastned

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