Desde la Universidad de Tokio, un grupo de investigadores ha desarrollado uno de los conceptos más innovadores dentro del sector de la movilidad sostenible. Una moto eléctrica que cuenta con la capacidad de ser personalizable, ser portátil gracias a su cuerpo hinchable. Una radical propuesta de movilidad que busca impulsar el uso de partes intercambiables, que pueden desinflarse en el envío e inflarse a su llegada para instalarlas en la moto
Bajo el nombre de Poimo, (POrtable and Inflatable MObility, según sus siglas en inglés) ahora llega una evolución del concepto presentado el pasado mes de mayo. Una evolución perfeccionada mediante un diseño 3D y que entre otras cosas ha logrado mejorar la postura del conductor.
Este concepto cuenta con siete módulos que incluyen las ruedas y están acompañados por un motor eléctrico y una pequeña batería. A su vez, sus creadores también desarrollaron un prototipo de silla de ruedas bajo el mismo concepto de fabricación, con partes inflables, con capacidad de alcanzar una velocidad máxima de 6 km/h. Como vemos, insuficiente para saltar al futuro, pero si como una alternativa de movilidad en recintos cerrados donde se muestran como un método sencillo y seguro, ya que en caso de atropello los daños serán mínimos.
Otra ventaja de Poimo es que, al ser de plástico, estos vehículos se pueden personalizar totalmente. El grupo de desarrolladores ha creado un programa informático que captura la postura del usuario cuando está sentado, y genera las piezas de la moto a medida, para de esa forma lograr la posición más cómoda para cada persona.
Esto abre las puertas incluso a poder cambiar la forma y diseño del vehículo. Con el mismo sistema de fabricación, sin cambios, se pueden construir desde pequeñas maletas con ruedas capaces de guardarse en una mochila, hasta sillas de ruedas hinchables de low cost, que además pueden ser enviadas a cualquier parte del mundo con un precio del envío mucho más bajo que una silla convencional.
Por supuesto no deja de ser un proyecto de investigación. Tiene muchos retos por superar, como la duración del material plástico en exteriores, así como la integración del sistema de propulsión y la creación de una red de distribución de repuestos.
Pero la idea fundamental sin duda tiene un enorme potencial para ayudar en la movilidad de muchas personas en todo el planeta que podrán recibir un vehículo eléctrico y personalizado en su vivienda en cuestión de horas, y además con un precio previsiblemente muy competitivo.
Vía | Newmobility
