Uno de los falsos mitos sobre los coches eléctricos está en la imposibilidad de reciclar sus baterías, lo cual es absurdo. De hecho, el grado de reciclabilidad de las mismas es muy elevado si se usan los métodos correctos. El proveedor de baterías Northvolt ha conseguido crear la primera celda exclusivamente a partir de componentes separados de baterías que llegaron a su fin de vida útil.
El trabajo en el programa Revolt verifica que la celda renovada tiene las mismas características eléctricas que una creada con materiales extraídos del sector minero. Será clave en la transición hacia los vehículos eléctricos que se minimicen los residuos y se maximice toda la cadena de valor, siendo el último paso de todos el reciclado. El coste medioambiental de minar y separar componentes es más alto.
La celda renovada es de tipo NMC, es decir, contiene níquel, manganeso y cobalto. Son materiales de difícil extracción y que no siempre se pueden obtener fácilmente por cuestiones geopolíticas. Además, los coches eléctricos que vayan terminando sus vidas útiles van a ir proporcionando -con unos años de decalaje desde que se empezasen a vender- cada vez más baterías que pueden y deben ser recicladas. Para 2030, unas 250.000 toneladas de baterías precisarán de reciclaje.
Northvolt realizó la operación de reciclado y construcción en el mismo lugar, Northvolt Labs en Västerås (Suecia). Dado que declaran un 95% de recuperación de componentes con pureza similar al mineral extraído, entendemos que no han empleado el método experimental de separación con ultrasonidos que investiga Xiong Xiao, dado que Northvolt financia en parte su trabajo. El método experimental recupera más material, con menos energía, y en menos tiempo.
Según Northvolt, han empleado un método hidrometalúrgico de baja energía que implica una solución acuosa para separar los metales deseados de las impurezas. Es un método de laboratorio que tiene que industrializarse a gran escala para que tenga ya un mínimo de sentido. Y no solo se trata de recuperar materiales de baterías reciclables, también de los propios desechos de la fábrica de baterías de Northvolt.
También se recuperarán otros materiales como cobre, aluminio y plásticos, que volverán a la cadena como materias primas para empresas de la zona
Este primer paso es la antesala de una gran ambición, que la producción de baterías de Northvolt tengan la mitad de sus materiales de origen reciclado para 2030. En el primer trimestre de 2022 comenzarán las obras para levantar una gigafactoría de reciclaje, con una capacidad prevista de 125.000 toneladas procesables, unos 30 GWh anuales, la mitad de la capacidad de la planta de producción de celdas que está anexa. Las nuevas instalaciones serán operacionales en 2023.
