La producción de energía renovable es crucial para conseguir alcanzar una economía climáticamente neutral. Esta transición energética traerá consigo un cambio significativo en el sistema eléctrico. El cambio ha comenzado y cada día se ponen en marcha nuevas plantas fotovoltaicas, parques eólicos en tierra y en alta mar, para contribuir a una sociedad más sostenible.
La producción mundial prevista de energía eólica marina, para el año 2050, supera los 1150 gigavatios. Para crecer hasta convertirse en un sistema donde la energía renovable sea la norma, se debe resolver el mayor obstáculo: el almacenamiento de energía.
Desde la empresa Ocean Grazer, han desarrollado una tecnología que aprovecha el enorme potencial de la energía renovable, mediante la introducción de un interesante producto denominado: Ocean Battery.
Con esta tecnología, la empresa propone una nueva forma de satisfacer las futuras necesidades de almacenamiento de energía a gran escala.
Una batería en el fondo del mar
La compañía neerlandesa Ocean Grazer ha desarrollado una batería oceánica capaz de almacenar energía renovable en el fondo de los mares y océanos. Esta novedosa tecnología se ha podido ver durante la Feria de Electrónica de Consumo de Las Vegas, CES 2022.
Bautizada como Ocean Battery, este sistema diseñado para instalarse sobre el lecho marino próximo a los grandes parques offshore de generación eólica en alta mar. El sistema es compatible con parques fotovoltaicos flotantes, turbinas eólicas o plantas que aprovechan la potencia mareomotriz para generar energía.
El funcionamiento del Ocean Battery se inspira en los sistemas de bombeo utilizados en las represas hidroeléctricas. Mediante un sistema de cámaras de aire que reposan en el lecho marino, estas se llenan con agua gracias al parque eólico u otra fuente renovable conectada.
Una vez que se necesita la energía acumulada, la propia presión del océano ‘empuja’ el agua a través de un mecanismo, que utiliza turbinas proporcionando energía eléctrica bajo demanda.
El reto de la energía renovable
Uno de los problemas a la hora de desarrollar una red eléctrica basada exclusivamente en energías renovables, pasa por la necesidad de dotar al conjunto del sistema de sistemas de respaldo que garanticen la estabilidad de todo el sistema, en los momentos donde las fuentes de producción se ven afectadas por ausencia de sol, en el caso de la fotovoltaica o de viento, respecto a la eólica.
Para el director ejecutivo de la compañía, Frits Bliek, en declaraciones recopiladas por el canal galo France 24, «el dispositivo tiene una eficiencia de alrededor del 80% en el almacenamiento energético«.
Los planes de Ocean Grazer, pasan por instalar su sistema al norte de Países Bajos en 2023.
¿Cómo funciona el sistema?
La batería oceánica se entierra en el fondo marino mediante un depósito de hormigón que contiene hasta 20 millones de litros de agua dulce, almacenada a baja presión.
A través de un sistema de bombas y turbinas se conecta este depósito a un tanque flexible en el lecho del mar. El exceso de electricidad de las fuentes renovables se utiliza para bombear agua del depósito al tanque.
En los momentos en los que es necesario utilizar la energía almacenada, el depósito flexible libera el agua impulsándola gracias a la presión que el agua de mar ejerce sobre ella, ‘exprimiendo’ el agua de vuelta al depósito.
Durante este proceso se hacen girar unas turbinas situadas en medio del recorrido del agua almacenada, generando electricidad que se transmite a la red eléctrica.
Cada depósito de hormigón tiene una capacidad de 10 MWh lo que permite escalar fácilemente esta tecnología en función de las necesidades de la red.
El fabricante asegura que se pueden agregar unidades adicionales de turbinas, para aumentar la potencia de salida, si fuera necesaria más energía de forma rápida.
La vida útil de esta batería marina se estima en 20 años aceptando un número ilimitado de ciclos de carga.