El sector del transporte marítimo es de los más difíciles de electrificar, pero no significa que eso sea imposible. La empresa emergente Fleetzero ha ideado un sistema para permitir el transporte de mercancías en trayectos «cortos» mediante un sistema de intercambio de baterías que adoptan las dimensiones de contenedores estándar de 20 pies de largo y 5 pies de ancho, donde caben 33 metros cúbicos.
Fleetzero pretende empezar a convertir barcos diésel en eléctricos a partir de 2025, y que en vez de que tengan su sistema de baterías propio y cargadores a bordo, se haga todo con baterías intercambiables. En cada puerto tendría que haber estocaje de baterías cargadas, que serían cambiadas aprovechando las operaciones de carga y descarga de mercancía.
Como podemos ver en el gráfico inferior, el sistema cobra su máximo sentido cuantas más naves hay en una ruta y cuantas más paradas hay que hacer, porque se minimiza el número de baterías necesarias. Estas baterías se diseñan de acuerdo a los requisitos de la mar. La química elegida es LFP -litio ferrofosfato-, más estables que las NMC y menos propensas a incendiarse.
Las economías de escala se consiguen con el menor ratio de contenedores de batería por barco, optimizando por tanto la capacidad de MWh a bordo y sin cargar con más lastre del necesario. Para hacernos una idea, un contenedor de 20×5 pies acumularía unos 2 MWh de energía y supondrá 8 toneladas de peso. Un contenedor 20×5 puede pesar hasta 20 toneladas.
La idea no es tan absurda, cuenta con los parabienes del American Bureau of Shipping (ABS) de Estados Unidos, aunque precisa de autorizaciones para ser una realidad comercial. Además de pensar en la conversión de cargueros diésel, también planifican una nave que pueda transportar carga entre continentes, el MVE7. En ese caso la cosa se complica un poco.
Maersk, que no es una naviera del montón, tendrá a partir de 2024 una flotilla de 12 megabarcos contenedores que serán propulsados por metanol ecológico, para lo cual han tenido que encargar una cantidad astronómica de este combustible mientras el astillero está construyendo los barcos. Otra posibilidad a largo plazo es el hidrógeno, aunque como sistema de almacenamiento gana puntos en forma de amoniaco, no como hidrógeno puro.
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