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China prepara el sistema de almacenamiento con aire comprimido más grande del mundo

Para que las energías renovables tengan futuro, y para reducir la dependencia en fuentes como el gas, el carbón o la nuclear, el almacenamiento de energía fundamental para lograr minimizar las intermitencias de las fuentes limpias. Las tecnologías de almacenamiento ofrecen ventajas como una mayor estabilidad de la calidad de la energía, fiabilidad del suministro eléctrico…etc. Pero además de baterías químicas, o sistemas de bombeo, también existe una tercera alternativa para almacenar grandes cantidades de energía en forma de aire comprimido.

En los últimos años, los sistemas de almacenamiento se ha convertido en un importante foco de investigación y desarrollo, y donde hemos comenzado a ver una nueva alternativa como es el almacenamiento de energía de aire comprimido (CAES). Un sistema con cuatro décadas a su espalda en desarrollo, que permite el almacenamiento eficiente, económico y seguro de grandes cantidades de energía.

Además, es una tecnología con una larga vida útil ya que el primer proyecto se puso en marcha en Alemania en 1978. Una instalación de 290 MW situada en la localidad de Huntorf que 44 años después continúa funcionando.

Almacenamiento de energía de aire comprimido (CAES)

El almacenamiento de energía de aire comprimido (CAES) se basa en el ciclo de la turbina de gas. El excedente de energía se usa para comprimir aire usando un compresor rotativo y luego almacenarlo, a menudo en una cámara subterránea. Cuando se requiere energía, se libera de la cámara y pasa a través de una turbina de aire que genera electricidad a partir del flujo de aire a alta presión. La producción de la planta se puede aumentar quemando gas natural en el aire a alta presión antes de que ingrese a la turbina de aire, como sucedería en una turbina de gas convencional. Sin embargo, esto tiene la penalización de producir emisiones de dióxido de carbono, lo que no ocurre con la planta de almacenamiento simple. Las plantas más avanzadas pueden almacenar calor durante la compresión del aire y liberarlo durante la fase de expansión.

China ha confirmado que a finales de septiembre comenzó la construcción de la que será la mayor instalación de almacenamiento CAES del mundo.

Estará situada en la provincia de Shangdong, y contará en una primera fase con una potencia de salida de 350 MW y una capacidad de 1.4 MWh. Cifras que crecerán con una segunda unidad que se instalará posteriormente que elevará la potencia máxima hasta los 600 MW y que permitirá según sus desarrolladores, será capaz de entregar alrededor de mil millones de kWh de energía al año en una iniciativa con un presupuesto de 314 millones de euros al cambio.

El proyecto se basa en la tecnología de compresión de aislamiento térmico de alta temperatura con sal fundida de bajo punto de fusión. Una instalación que contará con una capacidad de descarga de 4 horas, y de carga de 8 horas.

Una tecnología que no se había desarrollado hasta ahora por los retos como el tener una eficiencia de ida y vuelta relativamente baja, además de requerir unas condiciones para el almacenamiento bajo tierra muy concretos.

Pero la evolución técnica de los últimos años parece que ha logrado superar estos obstáculos que frenaban a una tecnología de almacenamiento que quiere convertirse en una nueva alternativa a las baterías, y lograr de esa forma desarrollan grandes sistemas sin apenas impacto en la superficie capaces de almacenar los excedentes de las fuentes renovables para ayudar a mejorar su eficiencia.

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