Esta es la cantidad de electricidad que necesitan los coches con motor de combustión interna
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Publicado: 04/11/2022 11:11
Los detractores del coche eléctrico disparan con muchos tipos de munición, pero una de las más habituales es la que afirma que la red eléctrica no podría hacer frente a un parque móvil ampliamente dominado por este tipo de vehículo. ¿Qué hay de cierto en ello?
Es indudable que Europa, y en concreto España, no están preparadas para completar la transición al coche eléctrico. Aún queda mucho camino por recorrer en varios frentes, especialmente en lo que a infraestructura de carga respecta.
Pero, en ese sentido, una de las más habituales críticas al coche eléctrico es, según los datos, infundada. No, nada indica que la red eléctrica vaya a saturarse si llega el momento en el que millones de coches eléctricos recurren a ella para recargar sus baterías. Vamos a analizarlo.
1000 millones de coches: un 9 % más de electricidad
Esto es lo que concluye un estudio reciente elaborado por Bloomberg, en el que señala que un volumen de 1000 millones de coches eléctricos tendría capacidad para incrementar el consumo de electricidad en sólo un 9 %.
Y, para poner esto en contexto, debes saber que actualmente circulan únicamente 27 millones de vehículos eléctricos en el planeta, por lo que dicha estimación está aún muy, muy lejos de convertirse en realidad.
El mismo estudio vaticina que la demanda mundial de electricidad de esos 27 millones de vehículos eléctricos será de unos 60 teravatios-hora (TWh) este año. De nuevo, una cifra muy inferior a los 28.000 TWh que va a demandar el planeta en este mismo periodo y que supone un 0,2 % del total.
Noruega es el mejor ejemplo de país avanzado en la transición al coche eléctrico, ya que más del 20 % de su parque móvil ya es enchufable. Pues bien, en este país nórdico la demanda de electricidad del vehículo eléctrico es del 1,4 % del total. A ello contribuye en gran medida el hecho de que los procesos industriales y la calefacción son principalmente eléctricos.
Según las estimaciones enmarcadas en el Escenario de Transición Económica o Net Zero para 2040, en el mundo habrá aproximadamente 730 millones de vehículos eléctricos de pasajeros, lo que supondrá el 50 % de la flota total.
Esto aumentaría la demanda de electricidad en un 7 %, siendo del 9 % si aumentara hasta los 1000 millones. Según el estudio de Bloomberg, si a eso se le suman otros vehículos eléctricos como pueden ser los autobuses y camiones, dicho aumento sería de entre un 11 y un 15 %.
Bloomberg incluso estima lo que ocurriría en el caso más extremo; si entre el 90 y el 100 % de los vehículos fuesen eléctricos para 2050. En ese caso, se produciría un aumento de consumo eléctrico del 27 %.
Un coche de combustión también consume mucha electricidad
Está claro que el coche eléctrico necesita una considerable cantidad de electricidad. También que su progresiva penetración en el parque móvil elevará la demanda de energía. Pero no tanto como se suele pensar. Y esto se sustenta no sólo en los datos previamente citados, sino también en otro hecho que pasa inadvertido para muchos críticos.
Este hecho es que el coche con motor de combustión también consume una notable cantidad de energía eléctrica. Aunque, claro está, no la utiliza para desplazarse.
Por ejemplo, piensa en cómo calientas tu vivienda. ¿Con gas, pellets o gasóleo? No importa, con cualquiera de estas u otras opciones necesitarás electricidad para hacer funcionar la caldera o la estufa. Sí, es cierto, comparativamente es una cantidad pequeña, pero no es la única y lo mismo ocurre con el coche térmico.
Comenzando por el combustible, este necesita electricidad para elaborarse y transportarse a su destino, así como para suministrarse. Es lo que a menudo se define como energía gris y ya se ha consumido antes de comenzar a utilizarse el combustible en cuestión.
Actualmente, todos los procesos industriales demandan enormes cantidades de energía y el coche térmico no es una excepción, al contrario. Y no sólo el coche, sino toda una serie de componentes adyacentes que, además, no son necesarios en un coche eléctrico.
El AdBlue, los aceites y los combustibles
Buen ejemplo de ello son el AdBlue y los aceites. El primero es imprescindible en los coches con motor diésel modernos, ya que contribuye a tratar los gases de escape y reducir las emisiones contaminantes. Este líquido, con base de urea, necesita un sofisticado proceso de fabricación a base de gas natural. Y, según los datos, una tonelada de AdBlue requiere entre 85 y 160 kWh de electricidad.
Una vez elaborado, debe mezclarse con agua pura y embotellarse en botes o bidones de plástico, así como transportarse a tiendas físicas o enviarse al cliente por mediación de comercios online. Todo ello, como es lógico, consume combustible fósil y electricidad.
En el caso de los aceites, estos se siguen produciendo en su mayor parte a partir del carbón, así como otras materias primas como el petróleo. Por razones obvias, todo el proceso de recolección de materias primas y elaboración del producto demanda una elevada cantidad de electricidad. Lo mismo ocurre posteriormente con el recurrente proceso de almacenaje, distribución y comercialización.
Como último ejemplo, claro está que no podemos olvidarnos de los propios combustibles fósiles, tanto la gasolina como el diésel o el gas. Todos ellos requieren procesos similares a los anteriormente descritos y todos ellos demandan una cantidad de electricidad elevada.
Según una investigación realizada en 2009 por el Departamento de Energía de Estados Unidos, se necesitan alrededor de 1,585 kWh para producir un litro de combustible en una refinería (eso sí, no sólo electricidad).
Esta información es confirmada con mucha precisión por la base de datos GEMIS. Esta determina que, para un consumo medio de 7 litros de combustible a los 100 km, se consumirían más de 11 kWh. Esto sería suficiente para conducir un vehículo eléctrico de 50 a 80 kilómetros. No sólo eso, una estación de servicio consume alrededor de 200.000 kWh anuales.
En resumen, y volviendo al principio de este artículo con el estudio de Bloomberg como punto de partida: el coche eléctrico eleva la demanda de electricidad, sí. Pero dicho aumento no es tan preocupante como puede parecer y, además, la progresiva sustitución de una tecnología por otra no hará sino contribuir a mitigar dicha transición.