¿Por qué es urgente que Europa desarrolle la industria de producción de litio? El cartel del litio coge forma
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Publicado: 15/11/2022 10:25
Hace unos meses hablábamos de un riesgo que amenazaba el futuro de la transición energética de Europa. Y es que con la actual dirección, pasaríamos de depender del gas y petróleo a depender de los productores de litio. Algo que va cogiendo forma con las conversaciones para formar un cartel similar a la OPEP, pero que formarán los principales productores de litio del mundo.
Ya lo decía Elon Musk. El que tenga una mina de litio y una refinería para procesarlo, tendrá una fábrica de imprimir dinero. Y no es para menos según las estadísticas de precios actuales y futuros de este metal que se ha convertido en objeto de deseo de una sociedad que busca descarbonizarse.
A esto se añade las conversaciones cada vez más intensas por parte de los principales productores de litio del mundo. Argentina, Bolivia, y Chile están trabajando para dar forma a la organización que regulará la industria del mineral, y ya tienen el siguiente objetivo sobre la mesa. Hablar con el que es actualmente el principal productor del mundo. Australia.
No es un paso ni mucho menos simbólico, ya que con mucha diferencia los australianos son los que mayor capacidad de producción tienen en la actualidad. En 2021 han sacado adelante una producción de 55.000 toneladas de litio, muy por delante del segundo, Chile con 26.000 toneladas, China, 14.000 toneladas, y Argentina, con 6.200 toneladas.
Falta en la lista Bolivia, uno de los «socios fundadores» de este cartel. Pero curiosamente a pesar de tener las mayores reservas conocidas del mundo, el país andino todavía no ha desarrollado su industria a la búsqueda de un formato que deje la mayor cantidad posible de recursos dentro del país. Pero su influencia en esta organización es incuestionable.
La puesta en marcha de esta organización se produce en un entorno donde la producción mundial de litio en 2021 aumentó un 42% respecto al 2020 hasta llegar a las 465.000 toneladas métricas, impulsado principalmente por el incremento de demanda de sectores como el transporte, el almacenamiento estacionario, pero también del aumento de precios que hace de las inversiones algo más apetitoso.
El consumo mundial de litio en 2022 se estima llegará a las 559.000 toneladas métricas, un 20.2% más que el pasado año, y llegará según las estimaciones a las 2.1 millones de toneladas métricas para 2030.
Un mercado enorme y como vemos, muy rentable, donde Europa tendrá que jugar sus cartas para no repetir errores del pasado. Y es que petróleo no tenemos, pero si tenemos reservas de litio por explotar que podrían no ser suficientes para cubrir la demanda, pero si para servir de «parapeto» que nos permita mantener los precios bajo control, y no sufrir la actual dependencia energética.
El litio en España y Portugal
En los últimos años hemos visto un pequeño número de iniciativas que proponen explotar las reservas de litio que hay en nuestros suelos. Por ejemplo tenemos el proyecto de San José de Valdeflórez, en Cáceres, donde la empresa Lithium Iberia realizó una serie de investigaciones para conocer el potencial de la mina extremeña para ser una fuente de litio. Los resultados han sido satisfactorios y desde hace unos meses se ha comenzado el proceso burocrático para lograr la concesión. Una empresa que incluso ya contaba con su primer cliente por parte de la surcoreana LG Chem.
Por su parte nuestros vecinos de Portugal trabajan en la puesta en marcha de minas y plantas de producción de baterías. Por ejemplo, la energética portuguesa Galp y el fabricante de baterías Northvolt han confirmado el importante acuerdo por el que levantarán una instalación de conversión de litio en la población de Setubal, al suroeste de Lisboa.
Pero tan importante o más que producir baterías, es asegurarse de que una vez estas terminen su vida útil puedan recibir el tratamiento necesario para ser recicladas y de esa forma recuperar la totalidad o la mayor parte de sus componentes.
Un apartado donde España también puede aprovechar para crear industria de futuro y donde hace unas semanas se confirmaba que la primera instalación de estas características se situaría en la provincia de León.
La primera planta de reciclaje de baterías de coches eléctricos de España que se situará en la localidad de Cubillos del Sil (León). Esta entrará en operación a finales de 2023 y será una iniciativa que llevarán adelante las empresas Endesa y Urbaser, que invertirán unos 13 millones de euros para una instalación que contará con capacidad para tratar 8.000 toneladas al año.
Una puesta en marcha que además tendrá la curiosidad de que supondrá amortiguar en una actividad de futuro y sostenible, la pérdida de puestos de trabajo por el cierre de la planta de carbón de Endesa en la propia Cubillos del Sil.