A raíz de la destitución de Herbert Diess, su anterior CEO, en los últimos meses el Grupo Volkswagen ha dado un vuelco a sus planes estratégicos. Aunque la compañía alemana mantendrá su firme apuesta por la movilidad cero emisiones, algunos de sus proyectos clave han sufrido importantes modificaciones.
Todo apunta a que la MEB Entry Family, su gama eléctrica de acceso, será una de las que más cambios recibirá respecto a su planteamiento inicial. De un tiempo a esta parte, la prensa especializada ha comenzado a recoger numerosas informaciones procedentes de fuentes internas que, de ser ciertas, indicarían un notable cambio de rumbo.
Inicialmente, medios como Autocar publicaron que Volkswagen podría haber decidido transformar el proyecto ID.2 en un modelo más grande para sustituir al Golf. Sin embargo, los últimos rumores apuntan en una dirección muy diferente, y es que la marca alemana podría haber decidido reforzar su oferta eléctrica con tres modelos de nivel de entrada.
Todos ellos utilizarán la versión de tracción delantera de la plataforma MEB (o más concretamente de su segunda generación, la MEB+). Esta configuración permitirá reducir peso y costes frente a los modelos de tracción trasera basados en la misma arquitectura. Es interesante recordar que solo las plantas de Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona) industrializarán esta plataforma, también conocida como MEB Small, por lo que en un principio los tres vehículos se fabricarán en España.
España, una región clave para Volkswagen
El primero de ellos será el ID.2, un utilitario llamado a sustituir al Polo. Derivará del CUPRA Raval, por lo que se tratará de un hatchback de aproximadamente 4,03 metros de largo. Dado que se tratará del coche eléctrico más barato de la firma alemana, podemos esperar que sus precios se sitúen en una horquilla de 20.000-25.000 euros.
Si bien se pensaba que su desarrollo se había cancelado, parece que finalmente el ID.2 X también saldrá adelante. Este B-SUV de 4,10 metros, estrechamente emparentado con el Skoda Elroq, vendrá a reemplazar al T-Cross. Mientras que el ID.2 se hará en Martorell, el ID.2 X saldrá de las líneas de Landaben. Es posible que estos nombres no sean los definitivos, pues el ID.2 podría terminar adoptando la denominación ID. Polo.
El tercer hermano en discordia será el ID. Golf, que con 4,25 metros de largo será algo más grande que sus hermanos. Aunque no está claro en qué factoría se ensamblará, nosotros apostaríamos por Martorell, ya que, tras la cancelación del Skoda Fabia eléctrico, cuenta con mucha capacidad disponible. Las versiones de acceso de este trío de ases utilizarán baterías LFP (litio-ferrofosfato), mientras que las superiores apostarán por la química NCM (níquel, cobalto, manganeso). En todos los casos, las celdas procederán de Sagunto (Valencia).
Fuente | Autocar
