Cupra acaba de presentar un concepto que quiere convertirse en una alternativa pasional y en un faro de por dónde irán los tiros en cuanto a diseño de sus futuras propuestas que como vemos, tendrán un carácter incluso más deportivo y radical.
El Cupra DarkRebel es un prototipo sin aspiraciones a llegar al mercado, y que nos propone un deportivo eléctrico biplaza con un aspecto que nos recuerda mucho al coche de Batman.
El DarkRebel mide 4,5 metros de largo, lo que supone que es un poco más largo que el Toyota GR Supra. Además, cuenta con una anchura de 2,2 metros, y una altura de apenas 1,3 metros. Su acceso se realiza con un llamativo sistema de puertas de tijera, que cuando están abiertas elevan la cota hasta los 2,2 metros.
Aunque sabemos que es eléctrico, desde Cupra no se han querido dar detalles técnicos ya que como hemos dicho, el único objetivo es mostrar el ADN de los futuros coches eléctricos de CUPRA, que abandonará los motores de combustión interna de cara al año 2030. Se trata de un shooting brake de tres puertas con un largo capó en forma de flecha y unos grupos ópticos triangulares que recuerdan poderosamente a los del Tavascan.
En el interior, la espina dorsal conecta la parte delantera con la trasera como la quilla de un barco de vela, en este caso hecha de un material transparente como el cristal. Este concepto enfatiza el diseño progresivo del vehículo y acentúa su deportividad.
Las superficies creadas a partir de líneas nítidas aportan tensión al diseño y expresan energía e intencionalidad. Todo ello, subrayado por el enigmático color líquido de la carrocería.
Cupra DarkRebel adopta un diseño frontal exagerado y líneas de carrocería nítidas, que combinan las características de un deportivo y un caza. Se aplica una gran cantidad de diseño aerodinámico a la parte delantera del nuevo automóvil. La entrada frontal exagerada y las líneas nítidas en el capó del motor crean una atmósfera radical y deportiva.
Los elementos de diseño clave del concepto incluyen luces delanteras y traseras integradas en la carrocería, con nuevos patrones de luz que se convertirán en la futura firma de Cupra. Al igual que el Tavascan, también cuenta con el distintivo Cupra iluminado.
La sección central sigue el modelo de una lancha rápida y está rodeada por enormes alas, un difusor, un alerón trasero y elementos aerodinámicos y de refrigeración. El interior presenta un diseño de dos asientos con asientos individuales y un volante y pantalla estilo juego, con casi todas las funciones interiores están centradas en el conductor. Para el interior se utilizaron materiales sostenibles, incluido el bambú.
Una propuesta que salvo sorpresa, no llegará al mercado, pero sí servirá para influir en los futuros lanzamientos de una Cupra que quiere apelar todavía más al lado emocional a la hora de comprarse un coche.
Fuente | Cupra
