Tres investigadores de seguridad informática de la Universidad Técnica de Berlin (TU Berlin) lograron hackear el sistema de conducción autopilotada de Tesla para activar el «Modo Elon». Un modo que deslimita las capacidades del sistema y permite acceder a funciones todavía en desarrollo.
Gracias a esta brecha, los investigadores han logrado según informa el diario Spiegel, acceder a los secretos de la empresa en una vulnerabilidad que según indican afecta a todos los modelos de Tesla.
Para lograrlo, el equipo de investigadores han usado un kit que cuesta apenas 600 euros, con el que los estudiantes de TU Berlín Christian Werling, Niclas Kühnapfel y Hans-Niklas Jacob indujeron una breve caída de voltaje de dos segundos de 560 milivoltios y conectaron la placa de circuito basada en ARM64 del piloto automático de Tesla.
La bajada de voltaje permitió a los investigadores extraer código arbitrario y datos de usuario del sistema, incluidas claves criptográficas y partes importantes del sistema, lo que les permitió reconstruir cómo funciona el sistema. Los investigadores incluso tuvieron acceso a un vídeo con coordenadas GPS que había sido borrado por el anterior propietario del vehículo, ya que no había sido sobrescrito.
Los investigadores alemanes han podido comprender qué datos recopila Tesla para entrenar su IA y cuáles no. Incluso lograron activar el más potente “Modo Elon”.
Esta es una función interna y no visible para los propietarios, destinada únicamente a labores de investigación y desarrollo interno, y que ha sido descubierta por otro equipo de hackers hace unos meses. Este modo permite que los vehículos Tesla se conduzcan solos sin intervención ni supervisión del conductor tal como requiere la ley.
El modo también permite habilitar funciones premium de forma gratuita, como la conducción autónoma plena, el aparcamiento automático...Anteriormente, los investigadores que han descubierto este modo, el equipo Blackhat, demostraron un truco del procesador AMD de info-entretenimiento para habilitar calentadores de asientos gratuitos.
La capacidad de “conducción totalmente autónoma” (FSD) de Tesla se ofrece como una compra adicional que en Estados Unidos asciende a nada menos que 12.000 dólares. Sin embargo, requiere una supervisión activa del conductor y no hace que el vehículo sea autónomo. El FSD ha sido criticado repetidamente por su frenado fantasma u otras decisiones incorrectas.
Con su trabajo, los investigadores querían explicar la arquitectura de seguridad de Tesla y las lagunas en su sistema Autopilot, lo que generó preocupaciones sobre cuán seguros son realmente los coches realmente.
Según los investigadores: «A pesar del uso de múltiples cámaras y modelos de aprendizaje automático del Autopilot, los accidentes persisten y dan forma a los informes. Esto además supone que todos los vehículos Tesla son vulnerables a un ataque de este tipo, ya que probablemente todos utilicen la misma placa de circuito, incluso si el propietario no compró el sistema de asistencia a la conducción.»
“Lo que hemos demostrado hoy es que con el ataque de inyección de fallo de voltaje, la propiedad intelectual de Tesla podría verse amenazada.»
Vía | Spiegel
